VICTORIA PREGO, EL DESEO DE CONCORDIA ENTRE LOS ESPAÑOLES

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Ángel Vicente Valiente Sánchez-Valdepeñas

El pasado 1 de mayo falleció en Madrid, a los 75 años, Victoria Prego. A los jóvenes es posible que no les diga mucho este nombre. Para los que ya tenemos una edad, representa sobre todo una gran periodista que puso lo mejor de sí misma en el análisis de la Transición.

Comenzó colaborando en los diarios El Alcazar e Informaciones. Después de un paso fugaz por la Agencia EFE, entró en 1974 en Televisión Española, donde se ocupó de la información internacional y fue corresponsal en Londres.

En 1980, junto a Joaquín Arozamena, presentó un informativo nocturno, Al cierre, que se convirtió en uno de los programas informativos más importantes de la Transición. Con ese espacio se cerraba la programación diaria de la Primera Cadena de TVE. El éxito radicaba en sus dos presentadores que, por primera vez en nuestra tele, no leían las noticias, las contaban. Por eso fueron portada de varias revistas de la época, entre ellas TP.

Entre 1983 y 1984 presentó y dirigió el espacio Españoles, en el que entrevistó a las personalidades más relevantes de la sociedad española. También trabajó en en RNE, desde 1984, conduciendo el Diario hablado de las 14,00 horas. Después trabajó en Onda Cero y en el diario El Mundo.

Entre 1986 y 1987 dirigió y presentó en TVE, Debate, un programa semanal informativo y de análisis de la actualidad. Este programa, en el que se invitaban a políticos y periodistas, supuso un paso importante en el diálogo pausado entre españoles de diversas tendencias; algo que por desgracia se ha ido abandonando en televisión, dando paso a otros formatos mucho más insípidos e insustanciales.

Como escritora publicó el Diccionario de la Transición, con la biografía de los protagonistas; Los presidentes; Adolfo Suarez, la apuesta del rey; Leopoldo Calvo-Sotelo, un presidente de transición; Felipe González, el presidente del cambio y José María Aznar, un presidente para la modernidad.

A partir de 1987 se centró, como subdirectora, en un proyecto documental sobre la Transición. El director del proyecto, Elías Andrés, fue después su segundo marido. Después de cinco años de trabajo y dos de prohibición, fue estrenado en julio de 1995 en La 2. La Transición se convirtió en un éxito de relevancia histórica.

Se compone de siete capítulos en los que se analiza detalladamente el largo y sinuoso proceso que condujo al pueblo español del gobierno franquista a la democracia. Mi impresión es que no se ocultó ninguna de las informaciones relevantes para entender adecuadamente este proceso. A casi treinta años del momento de su estreno, podemos contemplar este documental con otra mirada. Pero en los aspectos fundamentales sigue siendo un instrumento muy valioso para comprender la historia de nuestro país.

Si se contempla pausadamente, serenamente no podemos evitar, esa es mi opinión, una expresión de asombro. En efecto, fueron tantas y tan profundas las dificultades para que se produjera un cambio político en España, que solo podemos admirar el hecho de que se produjera. La Transición española, querámoslo o no, lo reconozcamos o no, está llena de sangre, de miedo, de secuestros y persecuciones. Pero, afortunadamente, también está llena de esperanza y de ilusión. El pueblo español quería, necesitaba un cambio. Los políticos de uno y otro signo eran conscientes de este hecho, pero a veces no con la suficiente profundidad.

Tenemos que valorar en Victoria Prego el enorme esfuerzo por conocer nuestro pasado más cercano con la mayor objetividad posible. Hemos de tener en cuenta, por ejemplo, que el documental de La Transición utiliza innumerables archivos españoles y extranjeros, públicos y privados. Y sobre todo interpreta los hechos con una mesura y un equilibrio muy difíciles de conseguir. Porque no basta la acumulación de hechos, sino sobre todo es necesario la interpretación adecuada de estos hechos. Los hechos en sí, como sabe cualquier historiador, no nos dicen gran cosa. Es necesario interpretarlos adecuadamente.

Victoria Prego ha tenido una multitud de premios y distinciones, pero el mayor premio de todos ha sido el respeto de sus compañeros de profesión y de los espectadores. Su gran objetivo ha sido en todo momento informar al pueblo español del verdadero trasfondo de las noticias, sean políticas, económicas o culturales. Todo ello con el afán constante de buscar la concordia y la reconciliación entre todos los españoles. Un propósito que sigue siendo necesario. Descanse en paz.

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