CONCIERTO DE JUEVES SANTO

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Uno del Pueblo

Resultó muy agradable, daba gloria contemplar el patio de butacas y los palcos repletos de público. Era Jueves Santo por la mañana y el anunciado Concierto de la Banda Municipal de Música colocó el cartel de no hay billetes en la taquilla del Teatro Ayala. Hubo frustración para personas que no pudieron entrar ante la falta de aforo más amplio. La lluvia amenazaba suspensiones para las cronológicas procesiones de Daimiel, pero no iba a impedir la celebración de este tradicional evento protagonizado por la Novena Cofradía, nuestra Banda de Música.

Lluvia de emociones fue lo que transmitieron los músicos de nuestra excelente agrupación desde la batuta de su Director Pedro Francisco Sánchez-Valdepeñas Pozo, ofreciendo un programa acorde a este Día Grande de Daimiel.

¿Qué tendrá la música, que a todos nos engancha, a todos nos conquista…?En respuesta del propio Pedro, nuestro Director, respuesta categórica, «la música es parte fundamental del alma», nos afirmó. Y nosotros corroboramos tal afirmación.

Pues con los sentidos bien despiertos, especialmente el oído, y con el alma preparada para escuchar y sentir a nuestra entrañable Banda, nos dispusimos los presentes para escuchar el Concierto, en el que debutan varios músicos en edad juvenil, que aportaban frescura entre veteranos instrumentistas, los de toda la vida.

Mañana musical feliz y serena, en la que disfrutamos todos, incluidos los componentes de la excelsa Banda de Daimiel, cómodos y a gusto, arropados por un público especial, melómano y semana santero, público de fidelidad contrastada y aprecio especial para cada uno de sus músicos.

Recuerdo especial tuvo el presentador del Concierto para Rai, Rai el del butano, su inseparable compañero que no perdía cita musical, aún menos en este Día Grande de Jueves Santo en el Teatro Ayala.

El programa dispuesto por D. Pedro se construyó en torno a marchas clásicas, unas más que otras, con el inicio del Concierto en interpretación del «Célebre Adagio» de Albinoni, pieza musical no ligada a la Semana Santa, pero siempre cercana a momentos de intimidad, ternura y emoción. «Margot», de Joaquín Turina o «Mesopotamia» del maestro José Vélez nos transportaban a la noche del Jueves Santo al Viernes, mientras Luis Alberto Díaz del Campo, con su «Sexto Dolor», composición personal cada vez más arraigada, asimilada y querida por los cofrades de Daimiel, nos hacía sentir sensaciones de algo grande; a este «Sexto Dolor» auguramos futuro allende muestro Daimiel. Qué pedazo de composición musical, aún más interpretada por nuestra Banda. «Al Cristo de los faroles», con arreglos de Jesús Francisco Ortiz Moreno, músico componente de la Banda de Daimiel, nos remontó a nuestra niñez, cuando escuchábamos al gran Antonio Molina entonando la copla con el mismo título. «La última Noche», de Víctor Manuel Ferrer, poema sinfónico, evangélico y cofrade, dió paso a «La Madrugá» de Abel Moreno, transmisora de sentimientos en cualquier «madrugá» de España. El bis final dio colofón al espléndido Concierto con una nueva marcha de reciente composición.

Encendido fue el cerrado aplauso con el que el público, puesto en pie, premió a la Banda municipal de Música de Daimiel, que merece sin duda el cuidado y mimo de todo Daimiel. Valoremos y fomentemos los valores que encierra esta histórica formación musico-cultural de muestra ciudad.

Un honor para quien esto escribe haber presentado tan magno acontecimiento musical.

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