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Aprendió del ejemplo de su padre la dedicación incondicional al trabajo.Le salieron los dientes detrás de un mostrador y desde entonces se entrega en cuerpo y alma a lo que hace, ya sea crear arte, propagar cultura o vender.»Hay que aplicar el mismo amor para decorar una casa, vender un collar o componer una pieza artística» . Así se manifiesta Carmen Sánchez-Bermejo Rodriguez-Bobada, la daimieleña fundadora de la tienda CAL VIVA en la calle Estación 34. Catorce años lleva al frente de este «espacio alternativo, donde se hace de todo».
Por diversas circustancias, su formación es autodidacta, aunque su paso por Madrid durante gran parte de su vida, la hizo realizarse con firmeza y criterio. Allí se forjó en el mundo del arte, pintando óleo y acrílico. Al nacer su hijo y para evitar olores propios de los materiales que utilizaba en su domicilio (pigmentos, aceites, maderas, etc.) investiga y desarrolla con diversos materiales, abriendo la mente a la creación, «requisito imprescindible para crecer».
En la capital fue seleccionada en los Talleres de Arte actual del Círculo de Bellas Artes de Madrid, trabajando y aprendiendo con maestros de la talla de Chema Cobo, Gonzalo Torné, Ian Walace, Ross Bleneth «y sobre todo el gran pintor y escultor Juan Muñoz, el artista más grande que he conocido», sin olvidar al famoso pintor Agustín Ibarrola, célebre en el Pais Vasco por su peculiar estilo de pintar los bosques, aplicando el arte pictórico a la naturaleza. Por aquella época realiza diversas exposiciones, en el Círculo de Bellas Artes y en la Ventana de la Fábrica, sala de exposiciones muy conocida en Madrid.
Decide abrir en Daimiel CAL VIVA, tienda dedicada a «interiorismo,decoración y venta de variados artículos, aprovechando el mismo espacio para realizar exposiciones de pintura y escultura». Han desfilado por su local artistas de diversos orígenes, acorde con la pluralidad de dicho espacio.
En la actualidad su permanente empeño para crear y realizar actividades culturales y artísticas,lo ve conseguido al instituirse un club de lectura, dirigido por Luisa Pomar y un taller de musicoterapia regido por Gracia Vicente, habiendo proyectos para realizar en el futuro diferentes eventos literarios.
En estos días de navidad regala poesías de Paz Martín Pozuelo y Paqui Silva a todos sus clientes, sin olvidar los objetivos necesarios para su negocio, que como se puede deducir, escapa a las corrientes estereotipadas, pero sin omitir «sus orígenes en el mostrador» . Carmen sigue manteniendo en su alma a Isidoro «mi compañero y gran amor, que siempre me ayudó en todos mis proyectos, aunque a veces no pensara como yo».
CAL VIVA y Carmen Sánchez-Bermejo «un espacio alternativo donde se hace de todo».