8,486 visitas, 1 visitas hoy
A pesar de fallar con la espada, el daimieleño Carlos Aranda cuajó una buena tarde ante sus dos novillos -uno con 525 kg- que más bien eran toros y con presencia. El ganado de Castillejo de Huebra, sirvió para el buen toreo, con gusto y cadencia, de nuestro paisano que lanceó a la verónica, rematando con una larga de cartel. El buen novillo colaboró en la muleta, con faena despaciosa por ambos pitones logrando enardecer a la plaza con naturales de mano baja. Faena de alto nivel, con remates finales de gran torería, hubo toreo del bueno. Oreja que supo a poco tras fallar con la espada el novillero, pero dejando un buen sabor y extraordinario recuerdo en la afición de Moraleja. Oreo apéndice hubiera podido cortar el de Daimiel a su segundo oponente, de peor condición y aspecto de toro, pero la suerte suprema no acompañó al joven novillero, nombre a considerar esta temporada. Fuerte ovación que supo a triunfo. Sin duda, Carlos Aranda se esté forjando con firmeza y poco a poco dejando su sello. Valor al alza el de Daimiel.