DEMASIADO ESFUERZO PARA ESCASO PREMIO PARA EL FONCAIR DAIMIEL FS.

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Juan Carlos Sánchez-Camacho

FONCAIR DAIMIEL FS 4 – MOPRISALA OLIAS FS 4

Foncair Daimiel FS Alex-David-Andrés-Sergi-Vicente Carnal-cinco incial-Marcos-Pelu-Jonás-Espadas-Alonso-Kilalo y Diego.

Moprisala Olicas FS: Jonathan-Omar-Resuela-Braojos-Ilias-cinco incial-Jorge-Peña-Ramos-Blanco-Pardilla y Rueda

Arbitro Principal: Gomez Caraballo

Goles: 0-1 (12’ Blanco) 1-1 (14’ Kilalo) 2-1 (16’ Carnal) 2-2 (17 Ilias) 2-3 (17’ Blanco) 3-3 (19’ Pelu) 4-3 (20’ Marcos) 4-4 (25 Ilias)

Incidencias: Encuentro correspondiente a la vigésimoctava jornada de la Tercera División de Futbol Sala, con la presencia, en el Pabellón Municipal, pese a los eventos que en la tarde del sábado, habían en Daimiel, de más de 500 espectadores en las gradas.

El pasado sábado, el conjunto del Foncair Daimiel FS, afrontaba otra de las finales, la antepenultima, en busca de la permanencia de categoría, ante el conjunto toledano del Olias Moprisala, segundo clasificado, hasta ese momento de esta Tercera División, por tanto, un rival poco recomendable, si lo que se busca es ir sumando de tres en tres para evitar el descenso.

Si decimos que el encuentro que se marcaron los jugadores dirigidos por Alberto Fuster, el pasado sábado fue, muy probablemente, el mejor de la temporada, no exageramos un ápice.

Y es que así fue, aunque cualquier lector de esta crónica pueda ver que los nuestros recibieron hasta cuatro goles, la verdad es que la efectividad toledana, cara a puerta rayó, casi, la perfección.

Por el contrario, hasta un total de siete palos, a lo largo de todo el encuentro, impidieron que los daimieleños, sumasen los tres puntos en juego con un marcador claro, ya que los méritos que hicieron, fueron para eso.

El encuentro comenzó para los de casa, sabedores de que la situación en la que se encuentran, dejaba bien a las claras que no podían dejarse ni un gramo de esfuerzo en el vestuario. Y así fue, los de Fuster comenzaron con una intensidad digna de reseña, lo que hizo que los toledanos, tuvieran que perpetrarse bien atrás para arropar a su guardameta.

Los minutos iban transcurriendo, y el juego se desarrollaba, casi en su totalidad, en la parcela toledana, llegando las primera oportunidades, y los primeros palos, para los de casa, gracias a un juego vistoso, rápido, y lleno de coraje.

Pero llegó el primer jarro de agua fria, cuando corria el minuto doce de encuentro, en la primera clara oportunidad, de las que los de Olias del Rey, disponían delante de Alex, y Blanco, bigoleador en la tarde del sábado, ponía por delante, de manera claramente inmerecida a los suyos.

Pero esto no rompió para nada, la dinámica de juego de los de Fuster, que continuaron en busca del gol, y esto tuvo su recompensa dos minutos más tarde de recibir el gol toledano, llegando el empate por medio de Kilalo.

Dos minutos mas tarde, el júbilo llegó a las gradas, cuando Vicente Carnal, ponía por delante a los nuestros, y hacía justicia respecto a los que se estaban viendo sobre la cancha del pabellón.

Pero apenas un minuto más tarde, los de Toledo, en otra de las escasas oportunidades, ponían las tablas en el luminoso, por medio de Ilias, llevando la desilusión a unas abarrotadas gradas, que estaban viendo que con bien poco, les bastaba a los foráneos para hacer dos goles, a diferencia de nuestros méritos, que los hubo y muchos, en estos minutos para ir por delante con solvencias, en el marcador.

Pero la cara de “tonto” se queda grabada en el semblante de los aficionados, cuando apenas unos segundos más tarde, de nuevo Blanco, volvía a poner por delante, de manera totalmente inmerecida, a los toledanos.

Esto enrabietó aún más a los de casa, que se lanzaron con más garra a por los toledanos, llegando a disponer seguidamente de recibir el tercer gol, de un par de clarísimas ocasiones.

A falta de un minuto para la conclusión del primer periodo, el marcador era totalmente injusto para los chavales de Fuster, pero por unos instantes, la justicia se alineó de estos, y en pocos segundos, primero por medio de Pelu y posteriormente Marcos, volvían a poner por delante al Foncair.

El segundo tiempo comenzó de idéntica manera a como se desarrolló prácticamente todo la primera mitad, es decir, clarísimo dominio local, y los visitantes, intentando salir de ese embotellamiento, de la única manera posible, con saques largos de su guardameta y balones a la espalda de nuestra defensa, por parte del cierre toledano.

Hasta otros dos palos, en los primeros tres minutos, se llegó a ver en la portería rival, por parte de los aficionados daimieleños, la suerte estaba claro que no estaba aliada con los de casa.

Llegó el empate, por medio del otro bigoleador toledano, Ilias, en el minuto veinticinco, llevando otro jarro de agua fría a la parroquia local.

Faltaba mucho encuentro aún, y con la intensidad con la que los jugadores del Foncair estaban demostrando sobre la pista, los aficionados estabamos esperanzados en que la victoria debía de quedar en casa.

Y más aún, cuando de nuevo, en otro par de ocasiones, los palos se interpusieron en la posibilidad de hacer el quinto gol, por parte de los del Foncair

Iban transcurriendo los minutos, y las oportunidades continuaban creándose por parte local. Esa intensidad hizo que los de Toledo, a falta de cuatro minutos, ya tuvieron la acumulación de cinco faltas en su casillero.

Con esa circunstancia, hay es donde aparecieron las decisiones arbitrales en contra de los intereses locales, cuando, a menos de tres minutos para la conclusión del choque, Marcos roba un balón, y cuando se plantaba solo ante Jonathan, es trabado por detrás por un rival, haciendo caso omiso de esa jugada uno de los colegiados, encendiendo, y de que manera, los ánimos de la parroquia local. El colegiado se hizo el “ciego”.

Puso juego de cinco el conjunto toledano en busca de la victoria, debido a que el empate no le valía para seguir ocupando la segunda posición de la tabla a falta de 2,50’’ para lo conclusión del choque, circunstancia muy bien defendida por los de casa.

Y falta de cuatro segundos para la conclusión del choque vino la jugada “rara” del encuentro, cuando Sergi roba un balón, encarando la portería rival sin guardameta, acompañado por Jonás, y quizás, precipitadamente por la presión, el primero manda al lateral de la red la pelota, llevando la desilusión absoluta, tanto a las grasa, como a todos los efectivos del Foncair Daimiel FS.

En definitiva, mucho esfuerzo, mucho trabajo, mucho buen juego, muchas oportunidades, por parte de los de Daimiel, y muy muy poca recompensa a todo lo expuesto en la tarde del sábado.

Restan dos jornadas de liga, y si bien es cierto, que no dependemos de nosotros mismos, aún, con esta imagen, quedan esperanzas de salvación, no cabe la menor duda.

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