DIÁLOGOS DE BESUGOS 42. Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.

0

 675 visitas,  5 visitas hoy

Por Daría Loke Fuera

– Buenos días.

– Buenas tardes.

– Lo encuentro un tanto diletante.

Tantes yo no era así.

– ¿Y después?

– Pues dile lo que quieras.

– Mi dilecto amigo.

– Me pone usted en un dilema.

– Dilemático que es uno.

– Aficionado nada más.

– Y nada menos.

– No se me ponga adusto.

– Ya sabe, nunca llueve adusto de todos.

– El dusto es mío.

– Pues menudo dusto me he llevado.

– No se aduste usted.

 – Es que lo dice en un tono sibilante…

– Si quiere lo digo después.

– Y esa mirada escrutadora…

– Es que yo escruto.

– Y yo escroto.

– ¿Es croto privado?

– Por su puesto, contiguo a mi hacienda.

Contiguo pan y cebolla.

– ¡Qué pizpireta es usted!

– Vivaracho que es uno.

– Se lo digo afectuosamente.

– ¡Mentecato!

– El cato con botas.

– El cato al agua.

– El Catopardo.

– Me da que hay Cato encerrado, oiga.

– El gato de Schrödinger, sin ir más lejos.

– Goza usted de una mente cuántica.

– Ni confirmo, ni desmiento, o todo a la vez.

– Evoca usted a la gran científica soviética Laska Gao.

– Autora de Todos los neutrones son pardos.  

– ¿Y qué me dice de los neutrinos?

– Que están que trinan.

– Como los pájaros.

– Buenos días.

– Buenas tardes.

Compartir.

Sobre el autor

Déjanos un comentario, no hay que registrarse