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Uno del Pueblo
Ante el juego del Daimiel, la afición se vino arriba, este equipo es otra cosa. Y la afición, poco a poco, se está integrando de nuevo en el Estadio de El Carmen, porque esto no es fábula, es realidad. El mejor partido de los blancos en lo que llevamos de temporada, se pudo disfrutar en la matinal del domingo, con afición numerosa ovacionando a su equipo con gritos de ánimo de ¡Daimiel!, ¡Daimiel! como hace tiempo no se escuchaba en este recinto. Y no era para menos, el partido resultó espectacular, con fases de calidad futbolística inusuales en esta categoría. Fútbol de regularidad constante durante los noventa minutos, en la mañana del domingo no hubo bajón entre un tiempo y otro. Fútbol en ocasiones de muchos quilates. Lo peor, el resultado que no se ajusta a lo acontecido sobre el verde. Tal vez el exiguo uno a cero debió ajustarse a un cuatro o cinco a cero, tras las múltiples jugadas precisas y preciosas elaboradas por este fenomenal equipo que está cuajando el Tato Giménez, entrenador con rango y personalidad, que puede resultar nexo de unión entre equipo, afición, entidades y empresas patrocinadoras.
Con dos o tres goles al menos debió retirarse el Daimiel RCF al descanso. Las ocasiones, con fútbol bien trenzado, fueron numerosas. El público disfrutaba, los jugadores también, pero el gol no llegaba. Silva, figura del partido, se lucía creando ocasiones que neutralizaba Marc, portero del Ciudad Real, que libró a su equipo de una goleada. Lástima que no estuvieran las cámaras de Daimiel TV para ver repetido el partido en casa y sin nervios. Qué gran juego del Daimiel en esta primera parte. Fútbol de calidad, alta escuela, con balón a ras del verde y llegadas que no fructificaban. Los “uys” del graderío sonaban con frecuencia. Jugadas constantes, con Silva en plan mandón, encaje de bolillos en ocasiones brillantes y lucimiento del equipo. Carlos, Jessé, Jorge desde la defensa hasta la línea de fondo con pase de la muerte, penalti no pitado, Mauri lateral maduro y de altos vuelos, Andrés delantero combativo, rematador sin suerte en este match… Nos fuimos al descanso sin gol pero con buen sabor de boca. Si relatamos las ocasiones con detalle no tenemos espacio para la crónica. Marc, meta visitante, atajaba todo lo que llegaba a su portería, junto a los balones que con marchamo de gol salían fuera por poco.
En la reanudación, Andrés roza la escuadra en disparo envenenado, repitiendo remate atajado por Marc y sucesiva ocasión clara rematada al “muñeco”, Marc paraba con acierto. El público se anima, Silva incisivo y en constante movilidad generaba peligro en cada balón que le llegaba, vaciándose el brasileño hasta su sustitución entre ovación generalizada. Papa entra en su lugar y en coordinado avance desde la defensa blanca el morenito de Senegal acierta ¡por fin! ante el bueno de Marc, llevando el balón al fondo de la red. Gol muy celebrado en la grada y el banquillo local, no era para menos. Enfervorizado ambiente entre la afición local.
Combativo y luchador este Ciudad Real que también las tuvo, pocas pero con peligro, luciéndose Higor, el meta blanco en varias intervenciones.
Andrés, de nuevo ajustaba remate al palo por el exterior, pero, las cosas del fútbol, el Daimiel es sancionado con penalti en falta de Yuri a quien le hacen la cama, error del colegiado que así apreciamos desde nuestra posición en cabina de prensa.
Y la ley no escrita del fútbol hizo justicia, con paradón de Higor en penalti bien tirado, ajustado a la cepa de su poste izquierdo, imagen que reproducimos en esta crónica. Higor portero brasileño del Daimiel RCF, resulta con su intervención ser futbolista determinante para el resultado final, paradojas del fútbol. Higor, desde su área y con balón en el pie, era el primer jugador en crear ocasiones, con precisión en sus pases en largo. Buen portero, buen pelotero.
Almeida, incisivo como siempre las volvió a tener en un par de ocasiones, con el portero visitante de nuevo luciéndose; Víctor bullidor y de fútbol vertical, creaba peligro en las siguientes oleadas blancas, con Papa siempre con la caña dispuesta… hasta el pitido final entre el jolgorio de la afición, correcta y animosa como debe ser. Esto pinta bien. Escaso marcador, gran fútbol del equipo de Tato Giménez. La calidad del Daimiel RCF terminó doblegando al aguerrido Ciudad Real, equipo nada fácil respaldado por un buen portero.
La reaparición de Yuri compactó la defensa blanca. Jaime, Brandon, Aranda quien sufrió el penalti no pitado, el titán Mauri en banda derecha, Farfán, y la integración equipo-afición, todo se confabuló para disfrutar de un gran partido de fútbol. Y si se gana, el equipo aún gusta más. Los resultados positivos desde el inicio del campeonato liguero, meten de nuevo a la afición en El Carmen-. Y el equipo se anima, va a más, desde los “internacionales”, hasta los veteranos locales, juventud y experiencia bien conjuntadas por el daimieleño Tato Giménez experto en pedagogía futbolística, logrando que sus jugadores de diversas nacionalidades e idiomas, “hablen” sobre el césped el lenguaje universal del fútbol.
Victoria arrolladora aunque sea por un solo gol que no refleja lo que debió ser un abultado marcador a favor de este nuevo Daimiel RCF que ilusiona ante una afición que responde. Líderes y a seguir sumando.
¡VAMOS DAIMIEL!