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Uno del pueblo.
Se rompió la mala racha y por fin el Daimiel RCF ya gana fuera de casa. Ocurrió en Fuente el Fresno frente al equipo local, demostrando lo que en tantas ocasiones hemos referido en anteriores crónicas. El equipo de Roberto Velázquez, nuevo entrenador, no merece ni por asomo estar cerrando la tabla, después de haber visto a los demás rivales ganar con méritos muy ajustados ante los blancos de Daimiel, salvo la excepción de los dos primeros clasificados.
En esta primera jornada de la segunda vuelta, dio comienzo nuestra liga particular, con victoria clara y muy trabajada ante la U.D La Fuente. Está en manos de la plantilla lograr la machada de la permanencia, pero desde la seriedad del entrenamiento constante, con gusto y sobre todo con el máximo compromiso. La camiseta del Daimiel RCF se defiende en todos los partidos y en cada entrenamiento, el compromiso ha de estar en cada uno de los futbolistas, haciendo piña con el entrenador. Desde “Daimiel al Día”, estamos convencidos de que “Sí se puede”, pero seguros estaremos cuando la actitud y el compromiso, partido a partido, nos haga ganar con más frecuencia, más regularidad. A partir de la victoria del domingo, así ha de ser en cada encuentro, plantilla hay para competir y ganar en nuestra particular liga, la liga de cada uno de los futbolistas del Daimiel RCF, comprometidos todos con la camiseta blanca.
Y dicho esto, la primera victoria a domicilio esta temporada del Daimiel RCF se consiguió sin paliativos, luchando, jugando y metiendo goles ante los fuenteros, con juego de conjunto muy por encima del rival, que se empleó con dureza innecesaria y muchas protestas, pero que no sirvió para zafarse de la superioridad daimieleña.
Reapareció Roberto en la portería, Jesús González tras cumplir sanción y Enrique, recuperado para el equipo. Buren partido del Daimiel RCF, con la regularidad en defensa de Carlos García, Giti, la calidad de Mané, la brega de Josemi, buen juego de conjunto, con Susmozas reafirmado y Enrique en espléndido momento, destacando especialmente. Con luz propia brilló Kike, con jugadas propias de su futbol bullicioso y veloz, desbordando desde su campo en una especial jugada hasta el fondo, con pase de la muerte al que no llegó Darío por centímetros, hubiera supuesto el tercer gol. El bloque de Roberto Velázquez generó más ocasiones que pudieron valer más goles. Kike fue el autor del primer tanto a pase inteligente de Enrique, en profundidad bien calculada; Adri botó una falta lateral que remató Ho hábilmente a media altura junto al palo derecho, suponiendo el segundo.
El próximo domingo, en Daimiel, la afición blanca también tendrá algo que decir. Se reactiva la ilusión entre la hinchada, que frente al San José Obrero de Cuenca a buen seguro apoyará para conseguir más puntos en esta titánica remontada. Importa mucho lo que pase en este partido, allí estaremos todos. ¡Vamos Daimiel! Sí se puede.