¿QUÉ ESTÁS PENSANDO?

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Paki García Velasco Sánchez

Una de las costumbres (no sé si buena o mala) que tiene la red social del Facebook, es que cuando vas a hacer una nueva entrada en tu muro o vas a subir una foto, te sale un letrerillo que te dice: “¿Qué estás pensando, Paqui?, (que conste que a mí me dice Paqui, a Juan le dirá Juan y a Lola le dirá Lola), vamos, a cada cual nos pone el nombre con el que se nos conoce por dicha casa; y claro, habrá días en que te la repampinfle la coletilla diaria que los señores contratados por el mandamás de la empresa, han colocado ahí para hacer menos frío y autómata eso de las publicaciones, pero otros días es como que te molesta la susodicha pregunta, tal es así, que hay veces que hasta le hablas a la pobre maquina con retintín y todo jajaja

Pues eso es lo que me pasó a mí la mañana de Año Nuevo, que al asomarme a ver que se cocía por dichos lares, me salió la susodicha interrogante ahí, en todo el centro de la pantalla, y tu verás con las pocas ganas que yo tenía entonces ni de levantar un dedo después del bailoteo de la nochevieja, ¿quién puede pensar en claro y más aún, dar explicaciones?, ¡menuda barbaridad!…indudablemente, por no ser una asquerosa repelente y no quedar mal con los duendes del ordenador dejándolo con la incógnita, le contesté: en ná, no pienso en ná…!madre mía!!, como si en aquellas horas tuviera yo la cabeza para eso y más después de tanto “jaraneo” y jolgorio… ¡pero si es a día de hoy y mis neuronas siguen aún “aparranás” en algún lugar recóndito de la sesera!!.

Y es que los resacones, como este de la Nochevieja y a cierta edad, te dejan el cuerpo de jota y la cabeza de hache, por Dios, ¿pero quién puede pensar en claro después de los despueses?, si todavía a estas horas aún estoy zaleá del tó, y eso que la noche fue en plan light, no me quiero imaginar si hubiésemos tenido el “pelandrusco de la Tía Emilia” a espuertas, vamos, eso sí que habría sido un despiporre total jajaja

Y es que, después de pasar otro año más por nuestra vida (y ya llevamos unos cuantos a las espaldas), y más cuando tenemos aún en la boca el sabor de aquel lejano 2023, os quería decir que:

1º: vaya tela hasta que me acostumbre a poner la fecha bien sin tener que editar el “numerico” de marras, nada, que todos los años me pasa lo mismo, ya pasarán unos cuantos días hasta que me encarrile con el recien estrenado digito sin tener que editarlo.

2º: que haciendo un pequeño resumen de lo que dio de sí la última noche del año, comentar que con el pasmazo que tenemos (como casi todos los que vivimos en el pueblo), a más de uno los villancicos les sonarían en clave de “TOS MENOR”, mismamente a mí misma, por lo que, al repiqueteo del talán talán de las campanadas, y entre uva y uva, iba una tos, eso sí anoche fueron uvas y no “juanolas” como en el ensayo de por la mañana en la plaza.

Por cierto, que esa es otra, ¡vaya tela algunas uvas!, ¿vosotros veis los melones que hay en el super, esos que son más chiquitillos?, pues (mieja más o menos) hermanos gemelos de las mencionadas ahí arriba, joer, ¿pero es que hay alguien que esté en su sano juicio y se crea que te van a caber las 12 susodichas así, con ese tamaño en la boca???, claro, habrán reflexionado que a empujones y apretujándolas hasta la garganta seguro que sí, ¡venga ya hombre!!, y más aún, ¿que piensen que te las puedes tragar todas juntas cuando ya están hechas una bola?, ja, pues estaba yo para eso con mi gaznate de pajarillo culón: (expresión que normalmente se dice por estas tierras).

Ah, y otra cosa mariposa, que luego está lo de todos los años, o te sobran uvas al terminar o te faltan unas cuantas porque te las has zampao en los cuartos (oseasé, en el repiqueteo que precede a las campanadas, no en los cuartos de dinero, o cuartos de baño, entiéndase), porque esa es otra, y es que si además tienes al lado a alguien que se dedica a echarte alguna uva descarriá en el platillo sin que te des cuenta, te dan las campanadas de Canarias y sigues rumiando el jugoso fruto de la vid.

A propósito y hablando de todo un poco, esto me recuerda y hace que me vengan a la cabeza algunos de los señores lumbreras que fabrican las medicinas, porqueeeeeeeeeeeee…muchos estudios tendrán, pero a la hora de la verdad la cagan, en serio y de verdad que poca empatía se gasta a veces…. porque vamos a ver, si estoy mal de la garganta y no puedo tragar ni la saliva, ¿ustedes se creen que yo me puedo meter por el tragadero una pastilla que más que pastilla parece un borrico???, seamos sensatos XD, y encima dicen que tomársela de una vez, q no vale partirla…amos vengaaaaaaaaaaaaaaaaa, ni que en vez de garganta tuviéramos un buzón de correos…pero si muchas veces cuando agarro la gragea me dan ganas de abrirla por la mitad untarla de nocilla y echarle dos rodajas de mortadela, fijaros si serán grandotas las mendas lerendas, bueno y también para que pasen con otro sabor, ¡porque esa es otra!!, encima saben a rayos fritos, jolín, les podían dar un baño chocolate o de caramelo, vamos digo yo, pero nooooo, es más fácil dejarlas así, desnudicas como el del laboratorio las trajo al mundo….¡endeluegoooooo!!

Pero eso sí, estando pachuchos o estando al cien por cien, con vestidos de gala, o en su defecto con un mandil tó sexy de brilli brilli, cuando la voz no te da más de sí, pero cuentas con un aliado que no se queda afónico nunca como es el matasuegras o la trompetilla de turno, lo mejor de todo es poder seguir efectuando esa tradición que nuestros padres nos inculcaron desde muy pequeños y que, los que venimos detrás, tenemos a bien de seguir con ella para que no se pierda nunca.

Ya para terminar tan solo decir que, después del atracón de fiestas que hemos tenido en estos días, vamos a ir poco a poco volviendo a la normalidad, que, aunque aún queden los Reyes Magos (con su roscón), parece ser que son un poquito más light para nosotros, aunque no así para los nenes.

Así me despido y hasta aquí mis primeras letras de este 2024, que fíjate si a lo tonto una simple pregunta me ha hecho escribir estas líneas con las cuales he querido sacaros una sonrisa.

Feliz Año Nuevo a tod@s los que hayáis leído este escrito, que me imagino y según como llevéis la resaca del champán y los polvorones, a algunos os habrá sentado bien y a otros como una “patá en toa la espinilla”…¡he dicho!!

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