GRANERO

2886

 21,350 visitas,  17 visitas hoy

José Ignacio García-Muñoz (Queche)

El mes de mayo como veíamos el otro día con la muerte de Joselito el Gallo, no es un buen mes para los toreros. El día 7 de ese mes de 1922, en la plaza de Madrid de la carretera de Aragón, moría Manuel Granero Valls como consecuencia de una cogida protagonizada por “Pocapena” perteneciente a la ganadería del Duque de Veragua, que le lanzó contra la barrera con tal violencia, que le destrozó el cráneo y la cara. “Manolet” como así le llamaban en Valencia su ciudad natal y después de asistir a una novillada a la que le llevó su padre, ya no pudo sacarse de encima la ilusión de ser torero; tanto es así, que a los once años y después de jugar al toro con sus amigos en la calle, saltó como espontaneo en un festejo taurino. Su madre, temerosa por la afición del chiquillo, se empeñaba en que Manuel tocase el violín, (algo que siguió haciendo de mayor) y para hacer desistir al muchacho de su interés por ser torero, hizo que su tío redactase un acuerdo por el que Manolet se comprometía bajo juramento a abandonar su afición. Una vez leída la carta en su presencia y con lágrimas en los ojos, Manuel contestó: Eso no lo puedo jurar yo.

Si eso, no es honestidad y responsabilidad, no sé qué puede serlo. Como su padre veía que no había manera, le llevó a un tentadero en un pueblo cercano para ver si el niño tenía madera de torero. Allí, le habían conseguido seis animales a los que se enfrentó con éxito el muchacho, con lo que quedó demostrado y confirmado por los presentes que había un torero dentro de aquél menudo cuerpecillo. A partir de aquí, prosigue la trayectoria de Manuel participando en festivales donde la crítica a través un gacetillero) Cencerrito) de la popular revista “Sobaquillo”, le compara ni más ni menos que con Joselito. Mientras el destino iba preparando el camino. Manuel acudía regularmente al teatro Ruzafa con sus amigos del conservatorio, y en los entreactos, se bajaba al foso de la orquesta para que le dejaran tocar el violín. En una de las ocasiones, acudió a la representación del sainete lírico en un acto y tres cuadros titulado “Poca pena” donde rio con ganas sin saber que no sería la última vez que ese nombre se cruzaría en su vida.


No es nuestra intención hacer un resumen de la biografía del torero ya que existen voces mucho más autorizadas para ello, pero resulta irónico a la par que trágico, que fuese un toro de nombre Pocapena el que al final acabase con la vida de Granero. No podemos dejar de comentar la anécdota de Manuel con Juan Belmonte en un tentadero en el que Granero, tras dar unos pases a una vaca, le cedió el sitio a Juan. En un momento dado, Manuel le gritó: ¡Cuidado que le va a coger! Belmonte dirigió una mirada de conmiseración hacia el muchacho y unos instantes después resultó cogido por la vaca que le tiró varias cornadas hasta que Manuel le hizo el quite resultando el “Pasmo de Triana” cogido en un muslo.


El Corpus, fue una fecha que también marcaría la vida de Manolete, ya que un Corpus debutó de luces con poca fortuna bien es verdad, pero también un día del Corpus triunfó en la plaza de Santander cortando dos orejas y rabo a un toro de nombre “brasileño”. A partir de aquí un triunfo lleva a otro en Madrid, y Sevilla donde sale por la puerta grande. Se le conocen aventuras con diferentes mujeres muy populares, y su nombre va de boca en boca, la vida le sonríe y la fama le precede, pero en las dehesas del Duque de Veragua, ya pastaba “Pocapena”. Compartía cartel el fatídico día con Luis de la Rosa Y Marcial Lalanda, y cuentan, que el coche en el que viajaba el torero hacia la plaza se paró, y mientras trataban de arrancarlo, un aficionado se asomó a la ventanilla y le gritó: mal empiezas Manuel. Recibió Granero con dos ayudados por alto al quinto de la tarde según cuenta Alpargaterito que había banderilleado al toro, pero quedó algo mal colocado, y Pocapena le lanzó contra el estribo. Una vez en el suelo le propinó una cornada que le entró por el ojo derecho y todo terminó.


Igual que comentábamos del pueblo sevillano a propósito de la muerte de Joselito, el pueblo de Madrid y especialmente el de Valencia se echaron a la calle para despedir a Granero en su último paseíllo. Las imágenes están a disposición en RTV play Archivo Histórico https://www.rtve.es/play/videos/archivo-historico/tragica-muerte-granero/2915834/ para quien quiera verlas, y en el magnífico reportaje que se puede ver en el centenario de la muerte de Granero de la “Asociación El Toro” de Madrid. Una muchedumbre que ilustra el fervor que por las glorias del toreo había en la época. Por mi parte solo cabe decir, que he visto a políticos de relumbrón que hubiesen envidiado en sus mítines un apoyo popular como el que tuvo Manuel Granero Valls el día de su último adiós, un apoyo basado en el cariño y el respeto, algo a lo que no se suelen hacer acreedores los vendedores de humo.

Compartir.

Sobre el autor

Los comentarios estan cerrados.