XXVI FESTIVAL DE FOLKLORE “CIUDAD DE DAIMIEL”

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En pocos días llegamos al ecuador del verano y, es que a finales de julio, se programa la cita folklórica daimieleña por excelencia en la Plaza de España de la localidad, se trata concretamente del Festival de Folklore “Ciudad de Daimiel” que en este año 2023 sumará su veintiséis edición. Lo que hace especial esta oferta cultural es que todo el que quiera sentarse en una silla en la Plaza de España el próximo día 29 de julio a las 22´00 horas, sin moverse de la misma, recorrerá tres comunidades autónomas apreciando la riqueza que tiene el folklore de nuestro país y podrá comprobar la variedad en los cantes, músicas, bailes e indumentaria de cada uno de los grupos participantes.

Este año viajaremos hasta Extremadura, Murcia y Castilla La Mancha y todo comenzará en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Daimiel donde el Alcalde de la ciudad recibirá y dará la bienvenida a los grupos invitados a la vigesimosexta edición de este asentado Festival de Folklore en nuestra ciudad. Tras el intercambio de recuerdos, el espectáculo más visual comenzará a las diez horas de la noche en la Plaza de España y al cual, recomendamos acudir con tiempo para no perderse nada de lo que pueda acontecer sobre el escenario.

Desde Montehermoso, pueblo de la provincia de Cáceres que se sitúa en la Mancomunidad del Valle del Alagón, en el noroeste de Extremadura, llegará el grupo “Sabor Añejo”. Montehermoso posee uno de los conjuntos megalíticos más interesantes de Extremadura que data en torno al milenio III a.C., el edificio del Ayuntamiento de principios del S. XIX con fachada con seis arcos frontales, su Iglesia Parroquial de Ntra. Sra. de la Asunción de mediados del S. XVI y declarada como bien de interés cultural y la Ermita de Ntra. Sra. de Valdefuentes, edificio de estilo regional construida entre los siglos XV y XVIII y que cuenta con una de las tallas de la Virgen más antiguas de toda Extremadura. Además son varias las ermitas que salpicadas completan el patrimonio religioso de esta localidad como la de San Bartolomé, San Sebastián, San Antonio, San Cristóbal y la del Cristo de los Remedios. La vida anterior se aprende y valora en el Museo etnográfico desde el año 2003 y para los amantes de la naturaleza se ofrece la opción de recorrer los caminos y veredas de la Dehesa Boyal de Montehermoso, siendo esta una de las mejor conservadas del norte de Extremadura y si hablamos de fiestas, no hay que perderse la de los Negritos de San Blas, de Interés Turístico Regional desde el año 2006 y que se celebra los días 2 y 3 de febrero.


Pero si algo ha perdurado en esta localidad y el grupo invitado a nuestro Festival sabe representar, es su cuidada y exquisita indumentaria regional. Si hay un traje por excelencia en Extremadura, ese es el traje femenino de Montehermoso llegando a ser uno de los más cotizados de nuestro país.

El traje de mujer de Montehermoso se compone de mantillas o refajos de diferentes colores, siendo el más destacado el tono guinda. El jubón, de raso o satén negro, con los puños vueltos bordados y adornados con lentejuelas y abalorios. El mandil, de lana negra, tejida en telar, con listas rojas y azules cerca del bajo. La esclavina (dengue), lisa o adornada con cinta roja. El pañuelo de cabeza, que se usa siempre debajo de la gorra, siendo esta el elemento más curioso y llamativo del traje.

La Gorra de Montehermoseña es un símbolo tanto dentro como fuera de la comunidad extremeña y sus adornos tan coloridos, hacen de ella el tocado más llamativo de todo el país. La primera representación que se conoce de la gorra data del año 1888, y aparece con una forma algo más plana que la actual, con la copa en una posición más vertical y una ausencia casi total de decoración.

Las gorras son elaboradas con paja de forma artesanal lo cual supone un trabajo muy laborioso. El trenzado de la gorra se realiza con siete pajas y mide de doce a catorce metros. Tras darle forma a dicho trenzado, se añaden los adornos compuestos por lanas, botones de nácar, fieltro y lentejuelas.

La gorra, al contrario de lo que pueda parecer, se utilizaba para el trabajo de campo y la venta de productos en los mercados cercanos, con amplia visera para protegerse del sol durante las labores agrícolas, en romerías y para ir a buscar agua a la fuente y se vestía cada vez más adornada por las mujeres, que le añadían el espejo para poder acicalarse durante su estancia en el mercado y de regreso a casa.

Dice el dicho popular que el elemento esencial para diferenciar a que mujer pertenece la gorra es el espejo: “soltera con espejo, casada sin espejo y viuda con los adornos negros” pero esto parece poco certero, pues más bien diferenciaba a la mujer joven de la madura y de la que guardaba luto en general y esto lo deducimos del libro de la investigadora del folclore extremeño María Fernanda Sánchez, “Indumentaria Tradicional de la Provincia de Cáceres. Recuerdo Vivo”.  Según ella, desde hace tiempo, y de forma interesada, alguien introdujo el mito de que la gorra de montehermoseña llevaba un espejo entero si quien la portaba era soltera, roto si estaba casada y no lo llevaba si era viuda, lo que en realidad no era así. Otros afirmaban que el hombre rompía el espejo de la gorra de la mujer el día que se casaba con ella, para que así ningún otro hombre se mirara en él y otra versión afirmaba que, cuando se rompía el espejo era indicativo de la perdida de virginidad de la mujer, teoría improbable ya que por aquella época ninguna mujer sería capaz de ir proclamando a todo el mundo que ya no era virgen, y más en una sociedad o entorno rural marcado por la castidad y la prudencia.

Estos mitos fueron creciendo, bien por el desconocimiento o quizás por un interés vecinal de hacer más pintoresca la indumentaria y atraer a más curiosos pero hay que decir que todos ellos son falsos.

Lo que sí es cierto es que siempre han existido tan sólo tres tipos de gorras, una para las mujeres jóvenes, estuvieran casadas o no, que contaba con muchos adornos de lanas de alegres colores y llevaba un espejo, otra para las mujeres maduras con lanas de colores más discretos y otra para la viudas adornada sólo con lana negra. El mito del espejo proviene de la influencia de las bodas gitanas, en las que sí hay presencia de espejos. También señala que «antes de que el pueblo gitano tuviera presencia mediática en la región ya existía la gorra de mujer de Montehermoso», que consistía en un gorro con visera que se utilizaba para ir al campo.

Por lo tanto tenemos que aclarar que antiguamente se hacían más gorras pensando en la demanda que hacían de ellas las mujeres para sus tareas cotidianas. Para los días de fiesta utilizaban las gorras más galanas, que como pasaba con los trajes, dependía de la situación familiar de cada una para comprárselas con más o menos adornos, pero tenemos que tener en cuenta que con el traje de Gala Tradicional de Montehermoso no llevaban la gorra ni tampoco bailaban con ella.

Como curiosidad, mencionar al pintor Sorolla que pintó entre octubre y noviembre de 1917 a cuatro mujeres, cuatro hombres y una niña ataviados con las vestiduras típicas de este bello pueblo cacereño para representar a la región extremeña en un gran repertorio de estampas populares de toda España.

Desde la localidad de Puente Tocinos en Murcia llegará hasta Daimiel el grupo de Coros y Danzas “Siete Coronas”.

Este grupo se funda con anterioridad al año 1968, pero sería en ese mismo año cuando adquiere oficialidad dentro de un conjunto de numerosas actividades que empezaron a desarrollarse en el centro juvenil y cultural que se creó por aquella época en la pedanía de Puente Tocinos. Hacemos referencia a unos tiempos complicados donde la sociedad de aquellos años contaba con inquietudes distintas a las que tienen los jóvenes de hoy en día, otros medios y circunstancias diferentes a las de ahora.

Es a partir de aquí cuando aparece la Peña Huertana “La Crilla” que para afrontar su inquietud los promotores de la iniciativa convocan a aquellos vecinos de la localidad interesados en la actividad sociocultural y el costumbrismo, creándose la asociación con la intención de revitalizar el Grupo de Coros y Danzas “Siete Coronas”, grupo que por acuerdo de la Junta Directiva de la asociación adquiere este nombre para rememorar las siete coronas que conforman el escudo de la ciudad de Murcia.

Dicho grupo está integrado por secciones “infantil”, “juvenil”, “titular” y “veteranos” y cuenta también con una escuela de baile regional y otra de música, coro y rondalla que ha participado en los más representativos actos, muestras y festivales de folklore de la Región de Murcia, como Fiestas de Elección de la Reina de la Huerta de Murcia y de Exaltación Huertana en la que se proclama a las Reinas -mayor e infantil- de la Huerta de Murcia y a sus respectivas Cortes de Honor.

La Peña Huertana “La Crilla”, con el Grupo de Coros y Danzas “Siete Coronas”, ha llevado el folklore, la artesanía en general, singularmente la belenística, la gastronomía, costumbres, tradiciones y señas de identidad de la huerta murciana, por toda la Región de Murcia en numerosos festivales, participando en semanas culturales organizadas por distintas entidades y ha recorrido toda España y visitado países como Alemania, Francia, Holanda o Portugal.

La Peña Huertana “La Crilla” pertenece a la Federación de Peñas Huertanas de la Región de Murcia de la que es cofundadora y fomenta a su vez, el certamen Regional de parrandas.


El Grupo de Coros y Danzas “Siete Coronas” destaca, entre otras muchas cosas de su larga trayectoria, el premio que ganó en el año 1973 la “ROSA DE PLATA”, Primer Premio del Festival de Folklore de la Huerta “FIESTAS DE PRIMAVERA DE MURCIA” organizado por la Comisión de Fiestas del Excmo. Ayuntamiento de Murcia, siendo este patrocinado por “El Corte Inglés” al implantarse en la ciudad de Murcia, en el que participaron los grupos más sobresalientes de la comarca.

En el año 1990 la Peña Huertana “La Crilla”, grabó un cassette denominado “COSTUMBRES” que convirtió en CD en el año 2016 en cuyo contenido se mezclan armoniosamente Jotas y Malagueñas de Murcia con el típico “Aguilando de Puente Tocinos” y en el año 2008 grabaron un segundo trabajo con piezas folklóricas de la huerta y de otras comarcas de su tierra.

Son muchas las actividades que organizan pero por destacar algunas, cada 30 de abril entonan el canto de “MAYOS” y desde el año 2010 programan las vísperas del “Día de la Santísima Cruz” cada 2 de mayo con la “Ronda a la Santísima Cruz”. También, publican periódicamente la revista “Caravija” que se ocupa de temas costumbristas, investigación, difusión y de actualidad de la huerta murciana, siendo también anuario de la asociación.


Colaboran con colegios e institutos de Puente Tocinos y otras localidades con el fin de dar a conocer su folklore y con la intención de sembrar entre los más jóvenes, han creado una escuela de música con jardín de infancia para niños de 4 a 7 años, así como un grupo de teatro, potencian secciones de juegos típicos y tradicionales, talleres de bordado regional, vainica, bolillo, gastronomía, cuentacuentos.

La Peña Huertana “La Crilla” también tiene a gala organizar desde el año 1993, la “TOCINADA POPULAR” que es seña de identidad de las Fiestas Patronales en honor a la Virgen del Rosario, participa en la programación de la tradicional “HOGUERA DE SAN JUAN” y acompaña a la Virgen de los Remedios cada mes de septiembre en un amplio programa festivo, cuya imagen es desde el año 1980 patrona de la peña y desde el año 2016 camarera de la misma.


El grupo de Coros y Danzas “Siete Coronas” cuenta con una calle en Puente Tocinos que lleva su nombre con motivo del XXX Aniversario de la fundación del grupo y una plaza donde con el nombre de la peña que lleve por nombre PLAZA PEÑA HUERTANA “LA CRILLA”, habiéndose inaugurado el monolito que así lo atestigua el día 3 de diciembre de 2016.


Pero entre todas sus actividades y años de compromiso con el folklore, si algo tiene que destacar de su grupo, es la familiaridad y armonía que entre todos ellos se respira, pues hoy entre sus filas figuran los hijos y nietos de aquellos que en su día pusieron la primera piedra de este grupo de Coros y Danzas.

El punto y final al Festival lo pondrá la Asociación Folklórica Virgen de las Cruces de nuestra localidad, Asociación que no para de reinventarse y apostar por nuevas actividades con la finalidad de ocupar un hueco entre la sociedad daimieleña.

El tener decenas de actividades durante todo el año no cesa en su empeño de poner en valor tradiciones y transmitir el rico legado folklórico que tiene nuestra ciudad promocionando, un año más y ya son veinticinco, su Escuela Local de Folklore que este año suma una nueva asignatura y que tiene que ver con la indumentaria tradicional manchega. De esta forma, se va a añadir a toda la oferta que ya tiene, un curso semanal de confección de indumentaria tradicional manchega los jueves a las 18 horas, además de seguir impartiendo las clases de canto para niños y mayores, clases de baile con distintos niveles y edades, de guitarra, bandurria, laúd, ganchillo y esparto.

Entre las actividades que el grupo tiene por delante será devolver la visita a los compañeros de Puente Tocinos en Murcia a mediados de agosto, comenzar una nueva temporada del programa de Daimiel televisión “La Faltriquera”, preparar la 51 edición del Festival Folk “Tablas de Daimiel” que este año contará con dos días de conciertos y comenzar con los ensayos del Baile de Ánimas para el próximo año.

Además nuestra Asociación puede presumir de haber aportado su granito de arena grabando la Enciclopedia Audiovisual del Folklore con la que el gobierno de Castilla La Mancha y la Federación castellano manchega de Asociaciones de Folklore han sumado esfuerzos para hacer visible la Jota, baile que el Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto el mes de Julio de 2023, por el que se declara la jota como patrimonio cultural inmaterial con el objetivo de «proteger» esta tradición, contribuyendo así «decisivamente a su salvaguarda» como género tradicional.

«Es de un valor incalculable esta tradición que incorpora a la música, el cante y el baile, arraigado a tantos territorios en nuestro país», ha señalado la portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros y ha reiterado que es una medida para «proteger, reconocer y salvaguardar este género, manifestación del modo de vida en España». Además, ha resaltado que se trata de un paso previo «muy importante» para apoyar la candidatura de la jota como patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO, en el que están participando quince comunidades autónomas.

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