DIÁLOGOS DE BESUGOS 32. Cualquier parecido con la realidad es coincidencia

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Por Daría Loke Fuera

  • Buenos días.

– Buenas tardes.

– Lo veo un poco ido.

– Más bien venido.

– A menos…

– A menos que usted lo inquiera.

– Quiera o no quiera.

– Qué sé yo.

– Pues anda que yo.

– Yo soy como Epicuro de Samos, de allende…

– ¿De Chile, claro?

– No, de allende los mares.

– Muy epónimo lo veo.

– Me levanta el ánimo.

– Pues ánimo, no se achique…

– A tablas…

– A lo que quiera, ya puestos.

– Me pongo bajo su mando…

– O restando.

– Es usted elocuente.

– Lo cuente quien lo cuente.

– Helo ahí.

– Elogiable.

– No me hable, no me hable.

– Pues le digo más…

– Evite usted la pamema.

– ¿Pa qué?

Pa mema, la de arriba.

– Un poco simple, diríase.

– Se llamaba Lola Mento, y siempre pedía perdón.

– Sin perdón como Clint.

– Clint Clint, ¡hurra!

– Está usted a todas.

– ¡Bah! A verlas venir.

– Y ¿cuándo vienen?

– De parte temprano, como en el Cinillo.

– Buenos días.

– Buenas tardes.

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