PIE FRANCO. Capítulo IV.

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José Ignacio García-Muñoz (Queche)

Unas semanas después, Juan fue a buscar el certificado de defunción de su padre” Causa de la muerte”: Parada cardio respiratoria ¡Nos ha jodio! Exclamó para sí; todo el que se muere es por lo mismo, al final se te para el corazón. Pese a ser sábado y no haber consulta, se acercó a la casa del médico que firmaba el certificado esperando una aclaración algo más amplia. Le recibió al otro lado de la puerta un hombre menudo y entrado en años que cariñosamente saludó al muchacho.


¿Qué tal Juan, como está tu madre?
-Bien don José Luis, es una mujer fuerte y se va haciendo a la idea.

¿Necesitas algo?
-Acabo de leer el resultado de la muerte de mi padre, y me gustaría saber algo más sobre la causa…si es posible.
-Bueno, es lo que dice el certificado. Mira, tu padre tenía como bien sabes antecedentes cardiacos, estaba medicado por la hipertensión, y además tomaba otro medicamento para fluidificar la sangre y tratar la angina inestable que tenía, pero ya sabes también que tu padre era genio y figura, y raro era el día que no tomaba su carajillo con tallos, además de su afición a mojar pan hasta en el turrón duro. Tenía el colesterol muy alto, se cuidaba poco y eso tenía a tu madre preocupada. La probabilidad de que tuviera una crisis seria era grande, cuestión de tiempo.


Ya, ¿pero no han hecho autopsia o algo así?

Hombre, con los antecedentes de tu padre y la clínica que presentaba no era necesario. No había signos de muerte violenta o cualquier otra señal. Tu padre presentaba una cianosis muy ligera, que tras varias horas es normal, ten en cuenta que entre la hora probable de la muerte y la llegada de tu madre pasaron al menos cinco horas, lo que habla de un paro cardio respiratorio probablemente secundario a un infarto masivo. En medicina distinguimos entre muerte súbita, y muerte repentina. La primera es la que acontece a una persona sin antecedentes que expliquen la muerte, mientras la segunda se aplica a casos como el de tu padre, donde esos antecedentes pueden explicar lo sucedido a falta de otras consideraciones como signos de violencia u otros que, en el caso de tu padre no se presentaban, y al final consideramos en atención a tu madre ahorrar esperas y molestias que no tenían mucha justificación. En la cavidad oral no había nada, y no presentaba signos de estrangulación o ahogamiento por cualquier otra causa exógena. Sin ir más lejos, ha muerto por la misma causa que lo hizo tu abuelo hace unas semanas, aunque agravado por la edad; no sigas su ejemplo en esto y cuídate ahora que eres joven, no tienes buenos antecedentes.


Cuando Juan salió de la casa del médico iba convencido a medias, era cierto, que su padre no se cuidaba todo lo que hubiera debido, pero era un hombre fuerte y un desenlace tan repentino le costaba asimilarlo. Apoyada en la casa de enfrente, la Derbi y su charquito de gasolina, volvieron a llamarle la atención.

Continuará…

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