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Por Daría Loke Fuera
– Buenos días.
– Buenas tardes.
– Aprecio un cierto tono discordante.
– A precio tasado.
– No, si me refiero al tono.
– Más bien grave.
– ¿Pero se salvará?
– ¡Qué duda cabe!
– Lo cual no es óbice.
– Pero son muchas injurias y denuestos.
– Denuestos enemigos.
– Es usted elocuente.
– Lo cuente quien lo cuente.
– Helo ahí.
– Elocuente.
– Cuente, cuente.
– Habrá oído hablar de la gran Jesica Gada.
– Autora donde las haya.
– Y de su gran obra Los tengo muy fresquitos.
– Por supuesto; y por mi puesto también.
– Cuenta la historia de Gisela Endiño…
– Ex novia de un albañil cejijunto.
– Que vendió sus favores sexuales a un comerciante de ultramarinos.
– ¿Quién, el albañil?
– No, no Gisela.
– Gisela veía venir.
– Ve usted.
– Sí, la veo.
– Silabee, silabee.
– Ay pe-na, pe-ni-ta, pe-na…
– ¿De mi corazón?
– Pues ahí le ha dao.
– Buenos días.
– Buenas tardes.