ASOCIACIÓN CULTURAL: MEMORIA AGRÍCOLA DE DAIMIEL

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JUAN VIDAL

Con una extensión superficial superior a las 43.000 hectáreas, se asienta el término municipal daimieleño en el área de transición entre la Mancha Baja y el Campo de Calatrava, zona donde la planitud, apenas es interrumpida por los pequeños cerros de Las Cabezas y de Las Tiñosas, cuarcítico el primero y volcánico el segundo y las áreas bajas endorreicas y palustres en tiempo pretéritos de La Nava, La Albuera y Escoplillo, presentando su mayor singularidad en el N.O. con el encharcamiento en el área de confluencia del Cigüela con el Guadiana, recientemente renacido en los Ojos y que junto con otros aportes diversos de agua, conforman lo que en la actualidad es el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel.

Bien podemos afirmar que desde el Neolítico, la agricultura ha sido la práctica habitual en nuestro término y testigos elocuentes de ello tenemos en nuestros yacimientos arqueológicos de las Motillas, sobre todo en la del Azuer, donde encontramos el pozo más antiguo de la península, lo que también nos lleva a pensar y ¿por qué no? que el regadío está unido a nuestro devenir agrícola desde los más remotos tiempos.

No nos faltan los testimonios romanos y mucho menos los medievales, como lo prueban nuestro castillo y sobre todo la Concordia ajustada entre el Prelado de Toledo y el Maestre de la Orden de Calatrava, donde aparece por primera vez el nombre de nuestra localidad.

Sea como fuere, lo cierto es que la población daimieleña desde estas últimas fechas crece a muy buen ritmo, aunque con los altibajos que impone cada momento histórico y que esta población, de forma masiva, tiene como actividad dominante la agricultura.

Si bien es verdad que las prácticas agrícolas han estado más o menos estancadas durante siglos, sobre todo hasta la segunda mitad del XX, no es menos verdad que las singulares características de nuestro término municipal, posibilitan no poco la diversidad de estas tareas, desde el sistema de propiedad de la tierra, hasta la variedad de cultivos, la multiplicidad de aperos y útiles de labranza, la tendencia de la tierra y el acceso a ella etc.

Esta enorme diversificación, que va desde el latifundismo representado por Zacatena al minifundismo de las pequeñas huertas y cañamares, desde los grandes propietarios, sobre todo de antaño como la Encomienda, alguna Comunidad Religiosa o alguna familia daimieleña a los diminutos propietarios, que medían la extensión de su patrimonio en celemines, desde alguna casa con varias yuntas de mulas en otros tiempos o de potente maquinaria en los actuales, a las que para formar una yunta tenían que unirse dos labradores, desde los que cultivaban sus propias tierras e incluso arrendaban alguna, a los colonos sin apenas propiedad.

Tampoco los cultivos son ajenos a la diversificación daimieleña, llegando a la singularidad, que alguno de ellos, aunque no exclusivo de nuestro término, sí que lleva el apellido de nuestra localidad y con este nombre y apellido, se conoció en todo el país: Panizo de Daimiel, sin que nos olvidemos de otros, que si bien fueron importados de otras latitudes, aquí encontraron gran desarrollo y tuvieron también su arraigo y una capital importancia en la economía y en el devenir histórico daimieleño. Nos estamos refiriendo en este caso: al arroz, a la remolacha o al maíz, ligados todos ellos a la presencia y abundancia del agua en nuestro entorno.

Para que todo ello no quede en saco roto, para que no se pierda con el transcurso del tiempo, para que tengamos presente en todo momento quienes somos y de donde venimos y así tener más claro hacia donde pretendemos dirigirnos, para esto y para mucho más nace la ASOCIACIÓN CULTURAL: MEMORIA AGRÍCOLA DE DAIMIEL.

La Asociación quedó constituida en la reunión que el día 26 de junio de 2019 mantuvieron 15 personas, labradores en su mayor parte, que constituidos en Socios Fundadores, aprobaron por unanimidad los estatutos de la misma, que previamente habían sido discutidos, estudiados y confeccionados.

Una vez constituida, se eligió su Junta Rectora y se fijó como primer acto público, el día 5 de septiembre, la celebración de una caravana de tractores antiguos y un viaje con ellos al antiguo Molino de La Máquina y allí mismo, en el paraje de Juárez, la participación en una conferencia del Cultivo del Arroz en Daimiel, que precisamente tuvo lugar en este sitio.

Ya de vuelta a la localidad, se realizó un recorrido urbano y al finalizar una exposición de dichos tractores en la C/ General Espartero, para concluir la jornada con una comida de hermandad.

Daimiel, otoño de 2019.

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