APOTEOSIS MUSICAL EN LA PLAZA DE ESPAÑA

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Uno del pueblo.

Un trompeta nos puso de acuerdo a todos. La exhibición artística del mejor trompeta del mundo mantuvo a la abarrotada Plaza de España con los oídos y sentimientos en inacabable tensión. Cual flautista – trompetista – de Hamelín, Manuel Blanco sacó sus mejores sonidos y las mejores sensaciones a quienes tuvimos el privilegio y el honor de escuchar su concierto, dejándonos llevar por la nobleza de la música. Nos arrastró sin querer -o queriendo –  a un mundo bello, sin problemas, un mundo de fantasía en el que el trompeta de Daimiel es el líder, musical y espiritual. El espíritu se transformó, se tornó buscando la magia de la felicidad  mediante la música, la trompeta de Manuel como eje hipnotizador de la noche del 23 de Agosto de 2019. Noche de verano inolvidable, concierto que quedará grabado en la mente de los cientos de daimieleños que abarrotaron la Plaza. Nunca vimos semejante movimiento de paisanos buscando la estela de una o varias trompetas dominadas por el artista más internacional de Daimiel. Emoción contenida mientras sonaban las notas precisas y sublimes de Manuel. Arte puro y sentimiento. Pueblo fascinado e hipnotizado ante lo mejor, más allá de la sensibilidad musical de cada uno de los presentes. Cuando algo es bueno, el sentimiento natural y espontáneo fluye y nos pone de acuerdo. Grandeza del ser humano. El artista desarrollando su arte, quienes escuchan absortos ante el artista. Resulta que  es de Daimiel. Concierto para la historia. Manuel Blanco Gómez-Limón llega con su poderío único, musical, donde no llega nadie. El oyente lo percibe. Y surgen los olés, los aplausos clamorosos y las peticiones de bis. De modo espontáneo y natural. La percepción sensitiva del gran público se doblega y deja llevar por las transmisiones del músico. Oficio, pureza, técnica, mucha técnica. Como en el toreo. La Plaza – de España – se puso en pie. A sus pies. Cante “jondo” y faena de Puerta Grande. Las notas musicales gustan ser acariciadas por los dedos de Manuel, quien las transporta al terreno de lo imposible. Nadie las mima como el virtuoso músico manchego. Apoteosis indescriptible, nunca vista en la Plaza de España. Queda grabada esta manifestación musical, cultural y artística, a maza y escoplo, en nuestro cerebro. Momentos entrañables de Manuel Blanco y su pueblo. Concierto de Aranjuez, Concha Flamenca, Nana de Manuel de Falla…, qué más da, se produjo conexión sincera entre el artista y su gente, su pueblo, su Daimiel.

El acompañamiento de la Banda Municipal de Música, cantera de músicos de la que salió el ilustre trompetista, actuó y de qué forma, como soporte necesario para el lucimiento del solista. Quienes seguimos a la Banda, percibimos un halo de unión solidario y especial con su ilustre compañero de siempre. Qué bien sonó la Banda, qué bien sonó Manuel. Cómo disfrutamos todos. La expectación generada quedó saciada con creces.

Y todo esto ocurrió como colofón al acto de Proclamación y Coronación de Reinas y Damas de Honor para esta Feria y Fiestas, con el tradicional Pregón anunciador de las mismas, en esta ocasión a cargo del insigne periodista Juan Carlos Sevilla, Director en Castilla La Mancha de la cadena Cope. A su vez se otorgó la Medalla de Honor Ciudad de Daimiel, a uno de sus hijos predilectos, el internacional músico Manuel Blanco Gómez-Limón, nuestro protagonista.

Ojalá se prodiguen en Daimiel acontecimientos tan memorables, con un pueblo tan participativo y sintiéndose tan feliz. Nunca se produjo semejante unión entre un líder y su pueblo. Siempre así y mejor lo que Dios quiera.

¡Viva la música! ¡Viva mi pueblo, su gente y sus artistas!

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