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Ya tenemos anunciado el gran concierto de Feria 2018.A priori se antoja como un gran éxito de público. El alcalde, Leopoldo Sierra, y anteriormente el concejal de Festejos, Román Ortega, han dado a conocer que el sábado 1 de septiembre tendrá lugar en Daimiel el macroconcierto «Love the 90´S» que en poco tiempo ha conseguido vender 1000 entradas. Aunque pudiese parecer pronto el anuncio,no lo es. La realidad demuestra que presentar los eventos con prontitud resulta más eficaz por diferentes motivos. El público potencial al que se dirige, muchos de ellos fuera del municipio,pueden programar mejor su viaje o entrada, a la vez que puede involucrar a más personas de su círculo. Junto a esta razón existen otras tantas más,por ejemplo,que evita que localidades cercanas tomen esa fecha para albergar algún otro espectáculo de similares características, lo cual rebajaría las expectativas.
La realidad es que para intentar realizar un buen cartel musical,sin que las arcas municipales se resientan, hay que trabajarlo con meses de antelación.En invierno ya se sabe que grupos musicales realizan giras y cual puede interesar .Lo más difícil es encontrar empresarios que quieran arriesgar contratando a dichos artistas y echar números con sus cachés ( David Bisbal 90.000 euros , Melendi 70.000 , Manu Carrasco 70.000 etc).Ellos para ganar dinero deben obtener una gran asistencia, lo más numerosa posible hará que lo recaudado por la entrada pueda superar esos gastos.
Hay quien piensa todavía que la realización de conciertos es un gran negocio para cualquiera que lo realice, pero ese pensamiento queda ya muy lejos de la realidad. Los tiempos han cambiado y esos espectáculos que albergaban gran cantidad de personas en cualquier sitio como eran los toros,el fútbol,los conciertos , hoy día ya no es así,seguramente por la gran cantidad de ofertas de ocio que disponemos y que antes no existían y que exigen a cualquiera que los realice un buen estudio. Es difícil ver como las grandes giras se salen de las capitales de provincia a no ser que vayan muy bien arropadas por grandes subvenciones municipales, a excepción de lugares donde se consiguen tener muy buena asistencia,y ese es el claro ejemplo de como Daimiel todavía a día de hoy puede celebrar conciertos como el del próximo 1 de Septiembre sin contar con una gran ayuda municipal, a diferencia de Ciudad Real o Puertollano por ejemplo.
Este año, «Daimiel en concierto» barrunta una buena asistencia que siempre es bienvenida para todos los sectores.No todos los años se consigue dar con la tecla de la asistencia a pesar de diseñar unos buenos carteles, pero esa es la penitencia de quien se propone unas cotas altas como es nuestro municipio. Lo que para Daimiel es un éxito, para Ciudad Real es inalcanzable, como fué Pablo Alborán en 2013 con 8000 personas, Extremoduro con 6000 , Malú con 5000 o Raphael Sinphónico con el recinto repleto sentado. Lo que es un éxito para la capital como fue Camela en 2016 con 2000 personas, para Daimiel hubiera sido una decepción y sólo basta comparar el dato de asistencia de Camela en Daimiel 2013 con 7000 personas.Otro buen ejemplo de que nuestra localidad es una referencia musical, es la comparativa con Manzanares, cuyo concierto de Pablo Alborán en 2015 solamente logró congregar a 4000 personas, la mitad de la asistencia que tuvo Daimiel en 2013. A diferencia de Villarrubia de los Ojos, que a base de grandes subvenciones realiza conciertos de buenos artistas, pero que no puede conseguir grandes concurrencias porque entre otras circunstancias su nuevo recinto no lo permite,hinchando las cifras de asistencia. En Daimiel se apuesta por otro modelo más autosuficiente, diferente al que se aplicaba en años anteriores en los que el consistorio contaba con más recursos económicos,aprovechando el trabajo realizado.