2,060 visitas, 3 visitas hoy
Los hornos empleados en la elaboración tradicional de cal o caleras como son conocidos, cuentan con un gran valor patrimonial y cultural en la localidad, puesto que representan testimonios materiales de unas prácticas industriales pretéritas, hoy ya desaparecidas. Constituyen evidencias de una forma concreta de explotación del medio natural, que sirvió como actividad económica vital para muchas familias del entorno.
Daimiel presentaba unas condiciones idóneas para el desarrollo de esta labor, por un lado por la accesibilidad a materia prima, la piedra caliza, muy abundante en la comarca, así como la facilidad para obtener recursos combustibles, fundamentalmente la masiega junto a enea o carrizo, que se encontraban muy extendidas en áreas lagunares o en las tablas fluviales que formaban los cursos fluviales. No obstante, también fue aprovechada leña procedente de actividades agrícolas, como la poda del olivo, la caña de maíz o el panizo. Corresponden con plantas de alto poder calorífico que sirvieron para nutrir a estos hornos. De igual manera, no conviene olvidar la importancia de la cal como material constructivo, usado habitualmente en la región como revoco y mortero, lo que generó una demanda significativa de este producto.
Por estas razones, encontramos a lo largo del término municipal ejemplos representativos de estas caleras. Se emplazaron en parajes como Las Salinas, Ojos del Guadiana, La Nava, o Escoplillo, en los propios márgenes de vías pecuarias como Cordel de los Moledores, Cordel de las Lagunas o Vereda de Escoplillo, ya que otro de los requisitos fue el de situarse en áreas de dominio público, de tal manera que no perjudicaran propiedades particulares.
La existencia en la actualidad de estos dispositivos se debe en buena parte a la actuación realizada en el año 2007 por parte de la “Asociación de Ecologistas Manchegos de Daimiel”, que consistió en la limpieza general de su entorno, así como en su vallado perimetral y la instalación de una serie de paneles informativo. Asimismo, el Ayuntamiento de Daimiel en este año 2016 dentro del “Plan Extraordinario por el Empleo de la JCCM” ha desarrollado una serie de intervenciones dirigidas al acondicionamiento y revalorización de estas estructuras.
El abandono de esta actividad profesional, hace ya bastantes décadas, unido a prácticas incívicas sobre estos elementos, en algunos casos utilizados como vertederos de residuos sólidos u orgánicos, han afectado en la degradación de estos recursos, influyendo en su avanzado deterioro. En este contexto, resultan necesarias acciones que posibiliten la adecuación integral y conservación preventiva de unos conjuntos patrimoniales tan valiosos de la localidad, documentos materiales de un uso productivo característico.
Bibliografía:
ASTILLERO DIAZ SALAZAR, M.J. et alii (2000): Daimiel, del año mil al siglo XXI, Ayuntamiento de Daimiel, Daimiel.
FERNÁNDEZ-ESPARTERO, J.J. (2004): “Daimiel, Patrimonio Etnográfico”, en Actas del I Congreso de Patrimonio Histórico de Castilla-La Mancha, Valdepeñas, pp.331-348.
FERNÁNDEZ-INFANTES SÁNCHEZ-BERMEJO, M. (2013) “Recuperación y conservación de las caleras tradicionales de Daimiel”, II Jornadas de Historia de Daimiel, pp. 317-329.
TORRES MAS, M. (2013): “Azudes, presas y molinos: evolución histórica de estrategias hidráulicas en Ojos del Guadiana”, IV Congreso Interdisciplinar de Jóvenes Historiadores Los Lugares de la Historia, Universidad de Salamanca, Salamanca, pp. 1403-1420.