VISCA VALENCIA. QUE VIVAN LOS ESPAÑOLES.

0

 354 visitas,  1 visitas hoy

Uno del Pueblo

El sentimiento de solidaridad se ha puesto de manifiesto por parte de un pueblo español que de modo natural, de motu propio, se ha puesto a colaborar en favor de los perjudicados por la trágica dana hija puta que nos ha colmado de dolor a todos.

Es sabido lo difícil que resulta contrarrestar cualquier fuerza desatada de la naturaleza aún estando en el siglo veintiuno. No somo técnicos del asunto, pero sí opinamos ante hechos trágicos que intuimos se podrían paliar en cierta medida.

Se está hablando, desde la fuerza de la razón de todo un pueblo que sufre, de la tardía intervención del estamentos del Estado. La clase política de primer nivel hablan y dicen, pero actúan con lentitud en base a una burocracia fría, sin corazón, carente del sentimiento primario. Y esto, a los españoles nos sobrecoge. ¿Para qué sirve la burocracia, las instituciones que amamantan generosamente a tanto personal a su vez, atados de manos para intervenir con prontitud mientras no firman la orden burocrática los mandamases de turno?

El héroe que llevamos dentro, ante este fallo del Estado, se lanza a la calle con total desprendimiento, con tractores o escobas, palas o palos, cubos, bombas extractoras de empresas particulares, espíritu de colaboración desinteresado ante semejante catástrofe, espíritu español no correspondido por la clase política, sea del color que sea. Lo urgente, como la propia palabra indica, es lo apremiante, necesidad seria e insistente, situación crítica que no puede estar a expensas de firmas o permisos burocráticos que el pueblo votante nunca va a entender. Los resultados reales, con decenas de fallecidos o desaparecidos de difícil localización, tal vez nunca se sepa de muchos de ellos, empresas que tendrán que partir de cero, familias devastadas con pérdida de todo, es ambiente sobrecogedor que nos afecta a todos.

Ante este cúmulo de adversidades, el pueblo se organiza antes de que el Estado actúe, los movimientos ciudadanos sin ningún tipo de burocracia ponen manos a la obra y dan lección de grandeza, la parte buena del ser humano, sin necesidad de mando político alguno, actuación del pueblo que salva al pueblo. Miles de personas, algunas desplazándose a pie, se trasladaron para realizar ayudas a los perjudicados. Ayuda física, ayuda económica, ayuda moral surgida de la generosidad del pueblo español ante la desgracia del vecino, compatriotas valencianos o albaceteños que sufren vivencias nunca imaginables, terror real que marcarán vidas para siempre.

El pueblo llano, el que sufre las consecuencias, se convierte de pronto en el principal activo que con medios rudimentarios ponen remedio inmediato, próximo, el primer anclaje, con cara y ojos, manos, ánimo, actitud generosa hacia los damnificados, personas iguales pero al otro lado de la tragedia. La reacción humana, plena de valores generosos del pueblo español, queda como reflejo positivo ante tanta desgracia. Merece la pena convivir con tantísimas personas plenas de bondad capaces de dar lo mejor de sí mismos por los demás. Un orgullo.

A pesar de todo, que vivan los españoles. Fuerza, fe y esperanza. Visca Valencia. Volverán a ofrendar nuevas glorias a España.

Compartir.

Sobre el autor

Déjanos un comentario, no hay que registrarse