EMBRUJO ESCOCES, RAÍZ DAIMIELEÑA

22

 1,424 visitas,  2 visitas hoy

Uno del Pueblo

Fotografías: Juan Moya

Cóctel musical inédito en Daimiel, con escenario histórico en el patio del Museo. Spanish Roses, Ana y Marina, dos potentes artistas, con trompeta y violoncelo transmisores de su sentimiento musical, nos transportaron a un paseo por el mundo entre repertorio multicultural de jazz, tango, flamenco o pasodobles. Todo desde sus peculiares arreglos, de complicada conjunción entre los dos únicos instrumentos, que nos sedujeron en la calurosa noche de este concierto al aire libre con abanicos a plena función. Este fino aroma musical, con elegante puesta en escena acompañado por la bailarina María Insa, nos hizo olvidar durante una hora los rigores del verano daimieleño. Se palpaba en el ambiente la expectación despertada por las jóvenes artistas.

Repertorio internacional que ha recorrido variados países, con la fusión peculiar de las dos virtuosas concertistas, músicas acreditadas en Londres, Roma, Méjico D.F., Los Ángeles, Oslo, Marsella, Viena…, ciudades y países por donde han ido dejando huella tras su actuación.

Con base en Glasgow, donde residen y realizaron sus estudios superiores en música, la pareja de artistas asimila en sus viajes estilos y sonidos que les permiten crear su propio repertorio.

Los arreglos de Ana y Marina, generan interés entre compositores que ya escriben partituras para Spanish Roses, Ana Romero y Marina Sánchez, daimieleña y granaina, junto a la bailarina catalana María Insa.

El estilo español – latino del dúo, quedó reflejado en su actuación en el Museo Comarcal, aderezado con temas tradicionales de corte escocés o reconocida composición de Paco de Lucía. “Por una cabeza”, tango de Gardel, “Sangre Mexicana”, pasodoble dedicado por Ana a su hermano Pedro, reconocido aficionado taurino de Daimiel, junto a la “Danza del Fuego” de Falla o “Asturias” de Albéniz, combinó en feliz elección con “Libertango”, “Calle 92”, o “Cavallería Rusticana” que fueron enganchando al personal que rebosaba el aforo del centro cultural.

El frescor del sonido de la trompeta y el violoncelo al compás, junto el abanico al viento de la bailarina, lograron que se mitigara el calor, calor interminable de aplausos para las virtuosas en su despedida, con salida obligada para el nuevo saludo y el bis de obligado cumplimiento.

Como el buen Wisky escocés madurado durante años, este dúo de artistas españolas florece como “Rosas Españolas” que aromatizan ambiente, con o sin calor, y desde luego relajan tensiones calurosas mejorando además el ánimo de los presentes. Y es que la buena música, en buenas manos, beneficia a todos, nos hace felices e incluso descansar mejor.

Embrujo escocés, raíz daimieleña, española, … De Granada a Daimiel, pasando por Barcelona y con parada y fonda en el Museo Comarcal.

Hay quién de más…?

Buena noche la de aquel día…

Compartir.

Sobre el autor

22 comentarios

Déjanos un comentario, no hay que registrarse