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Durante los días 10 y 11 de febrero de 2023 se llevará a cabo en Daimiel, la VII Recreación del Baile de Ánimas por parte de la Asociación Folklórica Virgen de las Cruces en el Espacio Fisac.
“El gran circo de la Vida” es el subtitulo de esta recreación donde los reencuentros, pujas, sorpresas, orgullos del pasado, Ánimas, bailes y muchos personajes serán los protagonistas de esta esperada velada.
Desde el año 2016, la Asociación Folklórica Virgen de las Cruces se afana por poner en valor el antiguo Baile de Ánimas que ya existió en Daimiel allá por los lejanos años de los siglos XVIII y XIX y que en nuestros días se ha dotado dicho Baile con una histórica puesta en escena. A las pujas atendidas por las indicaciones del subastero, figura indispensable en el Baile y las danzas de los más atrevidos con las que intentaban robar miradas a sus pretendidas, se relata una trama decorada que bien pudiera ser la que por aquellos entonces ocurriera en dichos bailes. No debemos olvidar que en esos años, el ocio era infinitamente menor al que hoy podemos tener y estos bailes de Ánimas eran un reclamo para todo el pueblo y muy esperados por todos los vecinos de la localidad.
Para un pueblo creyente y fiel a las Ánimas benditas como pudiera ser el antiguo Daimiel y unos vecinos cuyo mayor porcentaje trabajaba en las labores del campo y de la ganadería, la víspera del carnaval daimieleño, donde las mujeres se caracterizaban como hombres y los hombres como las mujeres con viejas ropas, mantas y trapos, la llegada de esta cita era todo un acontecimiento.
La desaparecida Cofradía de los Rotos, recorría las invernales calles de tierra y tenía mucha importancia en los días previos al inicio de estos bailes, pues los anunciaban con movimiento de bandera y a toque de tambor y trompetilla por todas las calles de la población, pues la asistencia del público era imprescindible para conseguir la finalidad del baile, que no era otra que conseguir caudales suficientes para sufragar misas para los difuntos, el pago de entierros de pobres desfavorecidos y encender velas para las almas de los que en su día se fueron en el altar de las Ánimas.
Los bailes se desarrollaban en los patios de las casas más pudientes y a ellos se invitaban a vecinos y amistades que disfrutaban de convites y encuentros y no es de extrañar que se sucedieran historias de amor, desamor, encuentros, desencuentros, sorpresas, etc. Más o menos y un poco coloreado, es lo que pretende acercar al actual público la Asociación Folklórica Virgen de las Cruces añadiendo toques de misterio, datos y trajes de la época, confabulaciones y un sinfín de personajes.
En la recreación de este año contamos con la presencia del gran circo de variedades “Estravaganza” en las calles de Daimiel, concretamente en la Plaza de Almagro. Trapecistas, equilibristas, acróbatas, forzudos, payasos, contorsionistas, tragafuegos, lanza cuchillos y alguna que otra grotesca criatura asombrarán al gran público. Las amistades que se forjan gracias a la pasión por la vida itinerante del circo, las cuentas pendientes y la necesidad de buscar puntos en común, son algunos de los ingredientes de este nuevo Baile de Ánimas en el que no faltarán el dueño de la casa y organizador este año del Baile, muy a su pesar.
Concretamente se trata de Don Severino Lacharte Mendiola, natural de Zaragoza casado en nupcias con Dª Crisanta Ruiz de la Hermosa y Palacios, natural de Daimiel. Ambos se conocieron en Madrid y el flechazo entre los dos jóvenes fue tan inminente que el comandante D. Severino trasladaría su residencia a Ciudad Real. Después de la boda de ambos, nacería la única hija de la pareja, que al igual que su madre llevaría su mismo nombre y heredaría su gran belleza, pero los golpes de la vida hicieron que la niña desapareciera de forma repentina cuando esta contaba con tan sólo diecisiete años.
Meses después de aquel suceso, Doña Crisanta falleció debido a una pesarosa enfermedad contando las malas lenguas que la difunta esposa se fue con las Ánimas benditas de pura pena.
El recto dueño de la casa, que hubiese preferido poner el los cuartos antes de organizar ningún baile, es el anfitrión de este año al que no faltarán el señor Alcalde, el subastero, el párroco, familiares, amigos y los distintos invitados que darán vida a este nuevo baile de pujas. Un baile que vuelve a dar la oportunidad a mozos y mozas para que puedan encontrar sus miradas sin temor a ser reprendidos al tiempo que ejecutan piezas de baile de singular belleza y estudiado movimiento.
“El gran circo de la vida”, es el título idóneo para este gran Baile de Ánimas que promete ser como cada año, un interesante preámbulo para el nuevo carnaval daimieleño que en unos días dará nuevamente alegría y colorido a las calles del actual Daimiel.
Quedan todos ustedes invitados al nuevo Baile de Ánimas.
¡¡¡ Vivan las Ánimas !!!
¡¡¡ Ánimas !!!