847 visitas, 2 visitas hoy
Por Daría Loke Fuera
– Buenos días.
– Buenas tardes.
– Veo que lleva una aureola…
– ¿Qué tal?
– Hola.
– No, es un halo.
– ¡Hala!
– No, halo.
– A lo mejor es un designio.
– De signio contrario, seguramente.
– Aleatorio más bien.
– Alea iacta est.
– No cabe duda.
– Ante la duda, la tetuda.
– Como le iba diciendo.
– ¿Conoce usted a Anisakis?
– Ya lo creo, gran poeta.
– Griego y visceral donde los haya.
– Que escribió Las Agallas, junto a Tikismikis.
– No, no, él solo.
– No, que estaba a su lado, quiero decir.
– Por eso escribió No te me acerques.
– Obra inescrutable.
– Donde las haya.
– Creo que no tenía piernas.
– ¡Ah, qué tiempos!
– ¡Del ayer, del hoy!
– De Eloy precisamente quería yo hablarle.
– Diga, diga…
– Pues ya ve.
– Le presento mi condolencia.
– Sin dolencia, no se preocupe.
– Buenos días.
– Buenas tardes.