TRAS LA LENTE: MUNDO MACRO

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Paki García Velasco Sánchez

Una de las muchas actividades que ha preparado el Centro de Internet de Daimiel con motivo del día de Internet (que se celebra el próximo 17 de mayo), es la jornada que vivimos este pasado domingo en nuestro Parque Nacional. Allí varias personas tuvimos la suerte de poder participar en un taller práctico de fotografía macro. La clase fue impartida por el fotógrafo de naturaleza Rufino Carretero, y que mejor paraje para llevar a cabo todo lo que aprendimos que en Las Tablas de Daimiel.

La clase comenzaba a eso de las diez de la mañana y durante el tiempo que duró, Rufino nos estuvo explicando y enseñando a manejar bien los parámetros: apertura y velocidad de obturación, la ISO y sobre todo el enfoque, ya que en macro eso es clave. Aparte también nos ha hablado de los objetivos o diversos aparatos que él usa en sus salidas para hacer este tipo de instantáneas.

También aprendimos los fundamentos técnicos que hay que tener en esta clase de fotografía: manejo de la luz natural, la composición, control del tiempo de exposición etc… Además, se abordaron temas específicos en esta técnica para saber aprovechar las diferentes condiciones climáticas en los diversos horarios del día.

Uno de los muchos consejos qué nos dieron, es que siempre hay que llevar un trípode ya sea normal, pequeño o uno flexible si podemos, porque con la macro cada pequeño movimiento afecta el enfoque. También dijeron de llevar una linterna o luz LED portátil para iluminar detalles sin depender tanto del sol. Asimismo, explicó que muchos fotógrafos macro comienzan con lo que tienen y van explorando técnicas como:

. El uso de tubos de extensión: estos son una forma económica de convertir nuestra lente actual en una lente macro.

. El enfoque manual: esencial en macro por la profundidad de campo tan reducida.

Pero, sobre todo en esta técnica, la paciencia y la observación son fundamentales para el éxito, ya que se trata de saber cuándo y dónde mirar.

De este modo, momentos después de la charla y de haber resuelto las dudas que teníamos, pudimos poner en práctica lo aprendido durante la mañana. Esto nos dio la oportunidad de experimentar, de recibir retroalimentación personalizada y desarrollar cada cual nuestro propio estilo.

Y es que más allá del aspecto técnico, este curso nos ha invitado a observar con calma, a descubrir detalles que suelen pasar desapercibidos y, sobre todo, a desarrollar una mirada artística en todo lo que nos rodea por muy pequeño que esto sea. Porque, para todo aquel que no lo sepa, ¡el mundo macro es algo increíble! Es poder ver objetos, flores, fauna etc… desde un punto diferente y con una visión única y muchas veces alucinante. Por eso siempre diré que la fotografía macro es fascinante y nos permite descubrir un mundo completamente nuevo en los pequeños detalles que normalmente pasan inadvertidos a nuestra mirada cotidiana. Desde texturas en hojas hasta los ojos de un insecto, con esta técnica, todo cobra una nueva dimensión.

Aquí no importaba si eras principiante o ya tenías experiencia, aquí aprendimos todos a mirar el mundo con otros ojos y a plasmarlo con nuestra cámara o teléfono móvil de manera auténtica y expresiva.

Hacer fotografía macro al aire libre y en el campo, nos da un montón de oportunidades únicas: insectos en su hábitat, flores silvestres, gotas de rocío, texturas naturales etc… además podemos contar con la luz natural que, aunque es más impredecible, también puede ser espectacular cuando se sabe aprovechar.

Y para terminar quiero decir que, aunque no se tenga un equipo profesional, con buena luz, mucha práctica, paciencia y atención a los pequeños detalles, todos podemos hacer fotos espectaculares. Tan sólo hay que saber observar con calma y no tener miedo a experimentar. La fotografía macro es tanto técnica como intuición y cada intento te enseña algo nuevo.

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