DIALOGOS DE BESUGOS 53. Cualquier parecido con la realidad es coincidencia.

0

 274 visitas,  4 visitas hoy

Por Daría Loke Fuera

– Buenos días.

– Buenas tardes.

– Le veo confuso.

– No, no, estoy solo.

– Yo cortado.

– Yo solo, insisto, sin taza ni na.

– Es usted consustancial.

– Con sustancia, inclusive.

– No, si digo inmanente, más bien.

– Inmaculado, diría yo.

– Inmaduro.

– Inmancable.

– Écheme un cable.

– Se lo he puesto a huevo.

– Yo ya he comido.

– Usted siempre va estofado.

– Es que me gusta el cante.

– ¿El fado?

– Luso.

– Iluso, más bien.

– Un piscolabis, un refrigerio…

– Yo creía que piscolabis era un camarero ruso.

– Ese era Nicolás Civo, que servía las cañas en paños menores.

– ¿Lo sabía su madre?

– Su madre era matrioska.

– Estaría siempre encerrada en sí misma.

– Por supuesto.

– ¿Por mi puesto?

– Póngase como quiera.

– Supongo.

– Su pingo.

– ¡Línea…

– Ha cantado línea.

– … de fuego!

– Gracias, no fumo.

– Arrieros somos…

– No me sea extravagante.

– Soy más bien extra…

– ¡Hombre, como el aceite!

– … ordinario.

– Oiga, no falte.

– Extraordinario decía.

– Yo le veo corriente.

– Y moliente.

– Moliente y occidente.

– ¡Gran pareja!

– Ya lo dijo Serafín de Año, experto en fiestas.

– ¿Qué dijo?

– La última y nos vamos.

Babias balabras.

– Buenos días.

– Buenas tardes.

Compartir.

Sobre el autor

Los comentarios estan cerrados.