29,082 visitas, 19 visitas hoy
Por Daría Loke Fuera
– Buenos días.
– Buenas tardes.
– ¿Por casualidad no tendrá usted vilipendios?
– Sí, sí, muy fresquitos.
– ¿Serán de hoy?
– No, no, son míos. ¿Qué le pongo?
– Me pone usted nervioso.
– Pues tengo melindres que resucitan a un vivo.
– Aún vivo en Ampurias.
– Patria querida donde las haya.
– Con sus montes, sus castros…
– El famoso Castropezón, sin ir más lejos.
– Vaya, vaya si quiere.
– Es que no tengo piernas.
– Ya empezamos.
– Y hablando de pezones ¿vio la corrida de ayer?
– Oh! Maravillosa… ¡esa espada enhiesta!
– Gran jugador.
– Donde los haya.
– ¿Le apetecen unos bollullos?
– ¿Del condado?
– No, no, de aquí mismo.
– ¿Ha visto usted qué coyuntura?
– Sí, en casa no se habla de otra cosa.
– Y ¿de qué cosa?
– Pichsss, de cosas donde las haya.
– Y ¿qué me dice del aya? ¡Cómo cuidaba!
– Más allá de sus límites.
– No limites que serás sus defectos.
– De efectos retardados, supongo.
– Mi pongo.
– Yo también mi pongo …
– ¿Cómo se pone?
– De muchas maneras.
– Regular la bicicleta.
– Buenos días.
– Buenas tardes.