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Un plan en la zona de influencia del Parque controla las extracciones, al objeto de que el uso del agua redunde en beneficio del humedal, declarado “de especial valor nacional e internacional” por el Ministerio gestor del Medio Ambiente.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico aludió a el plan especial de control y uso del agua en las zonas limítrofes del Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel, con vigilancia de extracciones de agua en las masas componentes del Acuífero 23. El uso del líquido elemento en las explotaciones agrícolas cercanas, ha de ajustarse a las normal fijadas.
Tras denegarse el trasvase de agua desde la cabecera del Tajo para mitigar el mal estado del Parque, la comisión mista de gestión de los parques nacionales de Castilla la Mancha activó los bombeos derivados de la batería de pozos de emergencia, con el fin de prevenir incendios de turbas, hecho que ya aconteció hace diez años, en anterior época de sequía. Esta medida se anuló en el pasado Abril, quedando el Parque Nacional con 280 hectáreas anegadas, aproximadamente un 15% de la extensión del humedal daimieleño.
Dada la calificación “de especial valor nacional e internacional” otorgada por el Ministerio, son de esperar medidas que de modo inmediato influyan en el mantenimiento y mejora del Parque de Daimiel. Recurrir a otras soluciones como la de los cauces ecológicos, sería alternativa recomendable, aunque en la práctica es complicada su aplicación.
