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Uno del Pueblo
Ante un débil Villafranca, mal partido del Daimiel. El arreón final de los blancos se estrelló en el larguero. Resultado sorpresa que esperemos sea el final del prolongado bache del Daimiel.
El equipo de Tato Giménez no supo ni pudo superar al último de la fila, un Villafranca flojo que anduvo ordenado en defensa y poco más. Astillero fue casi un espectador más del partido, que encajó en el 93 un gol de su propia defensa. Cosas del fútbol. El Daimiel no se hizo acreedor a la derrota, pero mantuvo durante casi todo el partido un fútbol ramplón, lejos de las aspiraciones del club blanco.
La afición, que flojeó en asistencia en la hermosa tarde soleada de febrero, empieza a hacerse a la idea del play-off, al comprobar que el equipo, aún en los puestos de arriba, no da para más.
Y eso que por fin, el brasileño Mauri, auténtico baluarte defensivo y atacante en temporadas anteriores, volvía al equipo. Algunos escarceos de calidad del lateral, no fueron suficientes para corregir el exceso de balones largos, sin fútbol, de los que abusaban los locales. Jaime y Arturo no superaban líneas defensivas de los rojillos, que no inquietaron al meta local hasta el fatídico desajuste defensivo final. Este deporte es así, gana el que mete un gol más, valga la perogrullada, pero se queda cara de tonto cuando ocurre lo que aconteció en la tarde del domingo en El Carmen. El Daimiel no jugó bien, pero creó a base de arreones ocasiones para adelantarse en el marcador y erigirse en ganador, pero los tres puntos marcharon a Villafranca. Sin merecer perder, los discípulos del Tato no supieron ganar.
Las ocasiones locales se crearon desde el primer minuto, con balón que se paseó por la línea de gol, Hugo Soria remataba de cabeza a los 13’ un saque de falta de Adri Nieto pero sin consecuencias. La defensa rojilla sacaba el remate a puerta vacía de Adri Nieto cuando ya se cantaba el gol a los 15’. Kevin se emplea dos minutos después, mientras Astillero desbarataba al filo de la media hora un córner peligroso de los visitantes. De nuevo Adri Nieto ante el meta Kevin remató rozando el poste, en jugada de gol cantado. Biendi, con remate de calidad sobre la marcha, encontró la buena intervención del meta Kevin, que la sacó a córner. La baja de Alan se hacía notar, mientras llegamos al descanso con la esperanza de reencontrarnos en la continuación con aquel Daimiel de las buenas tardes de fútbol .
Pero nuestro gozo, en un pozo. Sí que se crearon ocasiones, Adri y Biendi pudieron abrir el marcador, Carlos Villar envió a las nubes, Kevin se lució en dos buenas intervenciones más, Carlos Villar envió al larguero, originándose a reglón seguido la jugada de patadón y a seguir de los “cheleros”, con balón que se cuela mansamente en la portería local tras el despropósito defensivo de los blancos, en balón por alto tocado por un defensa que sobrepasa al meta daimieleño a media salida.
Estupor en la grada y decepción generalizada ante un gol de chiste que sube al marcador. El Fibritel C.F. Villafranca se apunta un gol prácticamente sin intención. Cosas raras de este deporte llamado fútbol. El cancerbero Kevin resolvió con solvencia los arreones finales del Daimiel. El colista gana sin marcar y el equipo superior sobre el papel, castigado al rincón de pensar.
El equipo blanco tuvo ocasiones para marcar y ganar el partido, pero su fútbol dejó mucho que desear, dando imagen alejada de quienes aspiran al ascenso. Un equipo de poca intensidad, el Villafranca colista del grupo, fue suficiente para anular a un atascado Daimiel en crisis de fútbol, bache que se prolonga durante este 2.025 que desde luego no está favoreciendo al Daimiel, distante de posibilidades de ascenso directo. El play-off probablemente deberá ser objetivo obligado, a sabiendas de la moneda al aire que conlleva disputar eliminatorias a ida y vuelta en estas categorías.
Plantilla y cuerpo técnico se lo deben hacer mirar. Ya estamos en la fase clave de la temporada y los resultados próximos no deben defraudar a una buena afición que continúa creyendo en su equipo.
¡VAMOS DAIMIEL!
