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Por Daría Loke Fuera
– Buenos días.
– Buenas tardes.
– Es usted un tanto ecléctico.
– Mi padre era eclecticista.
– Y usted ¿qué se ha cleído?
– Yo no cleo nada.
– Pues yo cleo-patra.
– Con la patra quebrada y en casa.
– Es como la materia, ni se clea ni se destruye.
– Es usted sublime.
– Sí, soy mibline.
– Tiene toda mi aquiescencia.
– Y aquí mi señora.
– Pero eso es una percha.
– Ya sosperchaba yo algo.
– Es que me deja exhausto.
– Exhaustamente.
– En fin…
– No, no; no he terminado.
– Es que no sé qué me da.
– Me da lo mismo.
– Medallón.
– Medo temía.
– Medo te suya.
– Es usded muy duyo.
– Es que soy cerdudo.
– Lo dudo.
– Dudar es de sabios.
– Lo sabía.
– Savia, necesita savia.
– ¡Vaya usted a saber!
– Es que no ocupa lugar.
– Póngase en lugar del otro.
– Si me pongo.
– ¿Qué se pone?
– Me pongo feliz.
– Como dijo el docto poeta árabe Ali Abdalá Lala.
– Experto en Eurovisión.
– Y en aliteraciones.
– ¿Qué dijo?
– Pájaro que no canta algo tiene en la garganta.
– ¡Sapristi!
– Buenos días.
– Buenas tardes.