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Uno del Pueblo
Se afianza en el liderato este Daimiel R.C.F que goleó al buen equipo de Almadén. Partido con diversas fases de buen juego repartidas entre ambos contendientes, imponiéndose el equipo local por su acierto ante el gol, pudiendo incluso aumentar el marcador. Se guardó un minuto de silencio en memoria de la abuela del jugador daimieleño Carlos García.
En tarde fría el partido empezó caliente. En el primer minuto ya había igualada en el marcador, con un gol para cada equipo. Se adelantó el equipo morado tras fallo de un defensa blanco que dejó solo tras mal control a Óscar, delantero que fusiló desde cerca al bueno de Astillero. Y sin tiempo para anotar detalles de la jugada referida, un primer córner botado por el Daimiel es rematado por Arturo en boca de gol, entrando el balón en la jaula. Sorprendente empate en el primer minuto con dos goles repartidos.
Primera hora de juego con poco fútbol y mucho empeño por las dos escuadras. Toma y daca con más acercamiento por parte visitante. Patrick, sujetaba con solvencia el empuje minero, con el saber hacer de Jaime y Arturo como siempre, fuerte centrocampo que en lo que va de temporada está afianzando al equipo de Tato Giménez. Y fue a los treinta y tres minutos cuando una fulgurante jugada de tiralíneas desde la defensa blanca hasta Biendi en banda derecha con centro de éste, fue culminada con un soberbio cabezazo de Alan que terminó en la red de Joaquín, meta rival. Golazo en la mejor jugada de la tarde. A los treinta y ocho, otra ocasión de oro elaborada en velocidad por la tripleta atacante blanca dejó solo ante Joaquín al nueve blanco, morenito Alan que a puerta vacía cañoneó al larguero, cuando el gol ya se cantaba. Astillero evita el empate a renglón seguido tras buena llegada del equipo minero que causaba sustos y buenas sensaciones. Movido cuarto de hora final de esta primera parte.
Con otro aire reanuda el Daimiel la contienda, con gran jugada inmediata que intercepta Joaquín de nuevo, cancerbero no muy alto pero eficiente. No pudo en el cincuenta y tres atajar el trallazo de Biendi, en tiro cruzado, tras pase en diagonal que cruzó desde el buen pie de Raúl Aparicio el verde del rectángulo.
Tranquilizó este tercer tanto a los locales, que acertaban con más frecuencia en avances que no fructificaban. Alberto, muy bullidor toda la tarde, recibe una segunda amarilla que lo envía al vestuario. Y con 10, el Patrimonio Almadén no se amilanó, provocando un penalti claro que el gigante Astillero detuvo adivinando la intención del delantero rival. Talismán para el Daimiel este indiscutible Astillero, que tantos puntos aporta a su equipo con sus deslumbrantes intervenciones, una tarde y otra también.
Seguían insistiendo los almadenenses, que no se rendían creando alguna ocasión de peligro mientras los daimieleños, con diez jugadores locales a lo largo del encuentro, llegaban en sucesivas jugadas que no tuvieron fruto hasta el setenta y siete, con nuevo gol de Carlinhos después del potente avance de Alan, llegada hasta el fondo y asistencia al brasileño que envió a la red el esférico. Fue Carlinhos quién desde el pico del área lanzó un disparo potente y preciso, con técnica exquisita que se estrelló en la cruceta izquierda de la portería forastera, “rosca” de lujo la del futbolista del Daimiel.
Rotundo Daimiel, al que de continuar así será difícil derrotar. El bloque se siente cada vez más seguro, Astillero es un frontón y los delanteros golean. Buena combinación, dirección técnica clara e ilusión en aumento de una afición que no falla.
¡VAMOS DAIMIEL!
