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Uno del Pueblo
Siete puntos sobre nueve han volado en los tres últimos partidos, coincidiendo con el inicio de la segunda vuelta. Los rivales directos han aprovechado mejor sus enfrentamientos, marcando ya distancia sobre el Daimiel, que se nos antoja cada vez más complicado remontar. Nuevo empate en El Carmen, y ahora sí, decepción entre la fiel hinchada que volvió a ocupar tres cuartas partes del graderío. Y eso que durante el primer cuarto de hora el Daimiel pudo marcar, en los mejores momentos locales.
Ocho futbolistas de Daimiel formaban la alineación blanca, detalle a destacar como referencia de futuro, máxime cuando el hecho referido se viene repitiendo en los últimos encuentros. El éxodo de jugadores extranjeros, salvo Almeida, ha mermado considerablemente el potencial de la plantilla, “reforzada” con peloteros a notable distancia de quienes se fueron sin que sepamos motivos, pero que sin duda eran pilares clave del Daimiel R.C.F., y sin temor a equivocarnos, aportaban mucho más.
Ciñéndonos al partido, un equipo de la mitad de la tabla, Fibritel C.F. Villafranca, se bastó con la pelea y ardor de sus cuatro gigantes, Huesi, Manu, Simi y Meco, jugadores espigados, muy altos, que deshacían una y otra vez las oleadas blancas, consistentes en balones largos desde la defensa, que desbarataban los larguiruchos defensores cheleros. El buen fútbol del Daimiel, en el verano y otoño pasado, con ideas modernas puestas en práctica sobre el verde, fútbol de equipo conjuntado, efectivo y goleador, ha dado paso a un fútbol ramplón, con menor intensidad, peleón, eso sí, pero poco efectivo y bastante lejos del equipo que nos hizo concebir fundadas y demostradas ilusiones con el ascenso como objetivo. Aún se está a tiempo, pero habrá que mejorar mucho aún, con plantilla más debilitada.
En el primer minuto la tuvo Mario, en disparo que detuvo Kevin, tras el primer buen ataque de los de Tato Giménez. La fuerza y potencia de Almeida por banda izquierda con centro atrás desde el fondo, fue desbaratada por los fornidos defensores visitantes. Solo una ocasión con llegada rival resuelta por Astillero, fue lo más destacado del equipo villafranquero en esta primera parte, defendiéndose cómodamente ante el escaso punch de los daimieleños. El portero forastero se lució en alguna intervención y en los minutos finales el Daimiel elaboró dos llegadas preciosistas que murieron en los gigantes de Villafranca.
Pareció espabilar el equipo blanco tras el descanso, con ocasión de gol cantado tras vaselina de Adri Nieto, abortada en línea de gol por el omnipresente gigante Meco. Almeida volvía a generar peligro por banda, pero de nuevo la defensa anulaba la ocasión. Los contrincantes lanzaron un tirito en falta desde medio campo, que sirvió para que Astillero dejara de comer pipas. Rubén también lo intentó al borde del área, en falta desviada por encima del larguero. Moraga y Almeida trenzan, desde un pase largo y por alto del zaguero, nueva ocasión de peligro que tropieza una vez más en el muro forastero. Finalizaba la contienda cuando Moraga lanzó otro golpe franco próximo al área que detuvo Kevin.
Seguimos en puestos punteros, la ilusión del ascenso se mantiene entre los aficionados, pero el camino de las victorias hay que retomarlo ya.
¡VAMOS DAIMIEL!
