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Cuando se “maman” desde niño conceptos y criterios gastronómicos, no es de extrañar la explosión entre fogones de personajes de edad intermedia, entre juventud y experiencia, que nos sorprenden con caprichos culinarios de creación propia, platos de cocina creativa que captan la atención del buen comensal.
Andrés Pedroza Mosquera, “Andrés Pedroza” como profesional de los fogones, recala en Daimiel proveniente de Vitoria, donde en la Escuela de Mendizorroza ejerce durante diez años como jefe de cocina, con gente a sus órdenes y enseñanzas, ampliando su currículum hasta Madrid, donde imparte cursos de formación a distintos colegas. Doce años en Vitoria Gasteiz le adentran en la cocina vasca, derivando hacia la cocina vanguardista de autor.
Posterior inmersión en los Pirineos, en Benasque en la estación de esquí de Cerler, configuran aún más su concepto profesional, recalando actualmente en Daimiel a la vera de Julián Caraballo, el reconocido hostelero daimieleño, en Restaurante Casa Julián.
“Chipirón en texturas”, es el plato de autoría personal que nos presenta el colombiano Andrés Pedroza, de origen profesional “mamado” de su propia madre, profesional de la cocina. Toda una vida haciendo camino al andar entre la magia de los fogones.
Mayonesa de cebollino, confitura de cebolla morada y cristal de patata, son los componentes que acompañan al chipirón, eje protagonista de esta exclusiva creación gastronómica.
El autor, ingenia componentes en busca del juego de sabores que conlleva este plato: punto ácido de la mayonesa de cebollino, dulzor de la confitura de cebolla morada y el crujiente del cristal de patata, esto último sorpresa para el comensal que percibe el crujido de la patata cristalizada y transparente, ante sorpresa del producto natural elaborado desde la magia de los fogones del profesional creativo, con receta propia derivada de la experimentación diaria del artista creativo que actúa en cocinas, hornos, hogares o fogones en busca de nuevas sensaciones.
Sorpresa en Restaurante Casa Julián. Los clientes habituales se encuentran de pronto con sabores de vanguardia y productos desconocidos en Daimiel. Una tentadora aventura gastronómica, en busca de nuevas sensaciones marcadas por Andrés Pedraza y su equipo, novedades culinarias que merece la pena descubrir.
