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Miguel R. Torres
Les aporto los datos que obran en mi propiedad desde la última información que les facilité con el nivel hasta finales del mes marzo 2024. Les recuerdo a fecha 31 de marzo, el nivel estaba a 17.30 m. (Pol 135, par 34 Daimiel).
En abril bajó 30 cm., en mayo bajó 40 cm., en junio bajó 80 cm. y en julio ha bajado 1,80 m. por tanto en total, desde marzo ha bajado 3,30 m.; por lo que actualmente se encuentra a 20,60 m. es decir que a la misma fecha del año pasado (31-07), está dos metros más bajo. Podía considerarse casi normal, pero nos queda el peor mes, agosto, que será significativa la bajada.
Desde el verano de 2009, no se rebasaba la cifra de los 26 metros, es decir, hace quince años que no estaba tan bajo el Acuífero. La bajada de estos meses de verano, puede considerarse casi normal, casi como viene ocurriendo año tras año; lo grave de esta situación es que no se recargó nada durante el invierno y primavera, a pesar de las abundantes lluvias que tuvimos. No sabemos si es que las lluvias no fueron significativas para el acuífero (no percolaron aguas al subsuelo) o que se siguió sacando agua a la misma velocidad con que podía haber subido. Recordemos que actualmente se siembran cultivos, como las cebollas, muy tempranos; que ya en abril necesitan ingentes cantidad de agua para crecer y madurar; si bien es cierto que casi todas se hacen por goteo (algunas, muy pocas, quedan por aspersión).
En definitiva, que vamos por mal camino. Si se sigue extrayendo más de la que se recarga, llegará esto a su fin.
Hace años, el mes de agosto, no era gravoso para el Acuífero, ya que a partir de mediados de mes, se dejaban de regar todos los cultivos, especialmente las viñas; pero ahora no es así: se siguen regando viñas incluso después de la recolección, y sigue habiendo cultivos tardíos, como melones y sandías que también necesitan mucha agua.
Una vez más tengo que decir que si no se mira por al agua, si no se controla con absoluto respeto, nos quedaremos sin agua y sin vida. Y a este respecto me viene la reflexión que hice cuando oí en un programa de radio de analítica agrícola, que dijo una persona a la que estaban entrevistando, que se podía producir mucho más –por su comarca- pero si no nos dan agua, ni medios, …. ¿Quién no les da agua?, como no sean las nubes, el cielo o Dios,… Si no hay, cómo se les va a dar. Qué poca capacidad de análisis crítico tenemos las personas.
También se siguen poniendo en cultivos fincas y parcelas que no eran hace años de regadío, o al menos no se regaban: olivos en espaldera, pistachos, almendros, … que aunque se riegan por goteo, suman muchísimos litros de agua los que necesitan para subir y mantenerse verdes. Y prácticamente está cultivado casi todo el término municipal, no solo de Daimiel, sino de todo lo que abarca el Acuífero 23, quedando poquísimas parcelas eriales o sin cultivar.
De los caminos, más de lo mismo y siempre: se siguen arrojando a las cunetas garrafas, botes de coca cola, refrescos y bebidas energéticas; y hasta en el aparcamiento de La Tablas me encontré esto que les muestro en la foto. Si hacen ésto los “medio amantes” de la Naturaleza, qué les podemos pedir a los que les da igual.
Del Parque Nacional Tablas de Daimiel, siguen produciéndose reuniones políticas para buscar soluciones, pero de hechos: cero. Como diría el director de la revista Las Tablas: son buenas personas pero sus hechos están por demostrar. En otro momento haremos algún comentario más detallado y con datos de las reuniones que llevan hechas desde noviembre de 2023.
Sólo para terminar, comentar que para el trasvase Tajo Segura, el ministerio para la transición ecológica, ha autorizado el trasvase de 81 Hm3, que corresponden a 27 Hm3 para cada uno de los meses de julio, agosto y septiembre (lo máximo que se puede conceder). Y los ha autorizado de una vez, para que no haya que reunirse y “perder tiempo” en los meses de verano. Menos mal que el representante de la Confederación del Guadiana HA TRASLADADO a la Comisión, la solicitud de 2,8 Hm3 para Las Tablas. (Fíjense bien: ha trasladado …).
Feliz fin de verano, y cuidemos del agua: sin agua, no hay vida.
