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El Daimiel RCF luchó hasta la extenuación frente a un fortísimo equipo almanseño cuajado con futbolistas veteranos y expertos en la categoría superior, la tercera división, donde compitieron en la anterior temporada.
El equipo local, bien en defensa y con orden hasta el círculo central, adoleció de mordiente ante la experta zaga visitante, con futbolistas muy avezados frente a los yogurines de la cantera del Daimiel RCF, que, no obstante, pusieron en algún aprieto a los veteranos zagueros visitantes, algunos peinando canas. Josemi y Samuel, bullidores, crearon alguna ocasión además de no cejar en la pelea mientras estuvieron en el campo. Hasta el último minuto, el espíritu de lucha del Daimiel se mantuvo sobre el césped, estando a punto de lograr el empate el omnipresente Moraga al saque de una falta en las postrimerías del partido y cuando los blancos luchaban con uno menos por expulsión de Samuel con doble tarjeta.
Es duro aceptar la derrota, pero como deportistas no queda otra que pensar en el próximo encuentro para sacar de nuevo la casta que demuestra este Daimiel RCF y seguir en esta línea de lucha y ardor por la camiseta blanca, aunque intentando trabajar más el gol, si bien, somos conscientes de lo que cuesta meter la pelota en el marco.
El mariscal Moraga, Carreño, Jesús González, Jaime, Susmozas, Kike y demás compañeros, deben continuar partiéndose el pecho como hasta ahora desde que empezó la temporada. Y para el arquero Roberto, mención especial por su extraordinaria actuación, evitando goles cantados volando hacia la escuadra o estirándose hacia el poste a media altura, gran partido del cancerbero local, que arriesgó en alguna salida con firmeza y valentía.
Gran equipo el U.D. Almansa, aspirante al liderato por hechuras, veteranía y buen fútbol. Tuvieron varias ocasiones, aunque sin tino, hasta que Costa a la salida de un córner batió de cabeza a Roberto, cuando ya se cantaba el empate. Era el minuto 78 y el gol cayó como un jarro de agua fría cuando ya se esperaban las tablas en el marcador.
Derrota amarga, pero con honor. Ánimo muchachos, falta mucho todavía y se vislumbra un Daimiel con personalidad. Hay que seguir luchando como gladiadores, con el apoyo del público con su presencia en el Estadio. Y el próximo domingo, a recuperar puestos en la tabla.