CUANDO UN BOSQUE SE QUEMA…2

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José Ignacio García – Muñoz (Queche)

JORNADA 4ª

-Es que las casas no se pueden mover- me explica un habitante del pequeño pueblo de Oia a los pies de la sierra Da Groba mientras contempla las llamas en lo alto de los montes. Usted se puede llevar algunas cosas, pero las casas, los árboles…no se los puede usted llevar.

Es el enésimo incendio en la provincia, y pronto una densa columna de humo gris se eleva hasta el cielo poniendo en evidencia un nuevo desastre. Desde la distancia, en Playa América, centenares de personas utilizando la mano a modo de visera contemplan la tragedia sentados en sus toallas, y de nuevo el silencio, solo alterado por las olas rompiendo en la arena se instala en el ambiente. Millones de litros de agua al alcance con solo dar unos pasos, y allá arriba el bosque ardiendo.

Días hubo, en que los atardeceres, mientras el sol se daba su último chapuzón tras las Islas Cíes, que el cielo se teñía de un hermoso y espectacular color rojo, pero hoy se ha tornado amarillento ensuciado por la ceniza que el viento transporta. Con la oscuridad las llamas se hacen más evidentes, y una bola de fuego se agita despiadada en la loma del monte. Por la mañana los coches amanecen llovidos por la ceniza, una ceniza que hasta ayer fue castaño, roble o pino, y que hoy, transportada por el viento se deja caer desmayada sobre todo y sobre todos; la vida ya muerta está esparciendo sus propias cenizas. En el monte ya no hay llamas, solo el humeante silencio negro.

JORNADA 5ª

-¿Ve usted esos castaños? Los plantó mi abuelo hace 100 años y mire que pequeños están aún. Los que se llevó el incendio tenían 500. Yo moriré sin volver a verlos así de hermosos. Es que un bosque tarda diez años en empezar a recuperarse y a lo mejor hasta 50 si es que lo hace del todo. El otro día me acerqué hasta el robledal junto al arroyo, y una corza se me quedó mirando desde la otra orilla; se quedó mirando como si me preguntase ¿qué demonios ha pasado?, luego se fue lentamente dando bandazos, desorientada, no sé qué coño va a comer por aquí.

– ¿Sabe usted que cuando se produce un incendio, luego, el suelo se vuelve impermeable y si llueve no empapa la tierra? por eso los acuíferos no se recargan, se forma un barrillo que el agua arrastra hasta los arroyos, y eso no le sienta bien a los peces ni a los cangrejos, ni a nadie que beba de ahí. Si no hay vegetación que la retenga a la tierra la arrastra el agua, y a las vacas o los cerdos, les vamos a tener que dar pan y chocolate porque lo que es pasto ya ve usted.

-A mi vecino Suso se le quemaron una docena de colmenas, pero es que aunque no se le hubiesen quemado la flor más cercan está a kilómetros de aquí, y las abejas se despistan. Tampoco se oye piar a los pájaros porque no tienen insectos que comer. La otra noche me levanté a mear y no se escuchaba ni un grillo ¿se ha fijado usted en el silencio tan raro que ha quedado?

-Sí señor, si me he fijado, es lo que más vengo escuchando últimamente…el silencio.

JORNADA 6ª

Parece ser que el 70% de los montes españoles son de titularidad privada, y un 30% pública, pero esta cifra es engañosa ya que algunos montes explotados por los vecinos de una localidad se consideran privados aunque dependan del estado; de este modo pequeñas comunidades y mancomunidades explotan un monte que de otra forma sería público.

Las figuras legales son varias y muy diferentes según la catalogación del monte y su titularidad, pero en general cada propietario es responsable de su gestión y mantenimiento por lo que habría de asumir las perdidas si estas se producen.

Es una figura muy manida aunque no del todo exacta aquella que compara una hectárea con las dimensiones de un campo de fútbol, pero lo cierto es que nos sirve para hacernos una idea de lo devastadores que son y han sido los incendios este año.

Más de cuatrocientas mil hectáreas calcinadas, supone poner otros tantos campos de fútbol uno al lado de otro y quemarlos. Para hacernos una idea más completa, es como si la comunidad autónoma de la Rioja hubiese sido pasto de las llamas casi en su totalidad.

Si estos cuatrocientos mil campos los consideramos linealmente en kilómetros, nos darían una cifra suficiente para dar la vuelta a la tierra.

Gastamos infinitamente más en apagar incendios que en prevenirlos, y en estos gastos no están incluidos la regeneración de los ecosistemas, ni los gastos derivados de las pérdidas humanas, de viviendas y cultivos, o los de salud derivados de la contaminación.

Gastamos 70.000 millones en apagar incendios, y de esos, solo 2.760 en prevenir.

Apagar un incendio puede costar entre 17.000 y 30.000 euros por hectárea dependiendo del tamaño y la virulencia. Es como si cada vez que se quema una hectárea nos gastamos en apagarlo el equivalente a lo que cuesta un SUV de gama media

Un bosque puede tardar entre 10 y 50 años en regenerarse si es que lo hace completamente.

La fauna regresa entre semanas y meses después de un incendio; empezando por los insectos y algunas especies vegetales, pero recuperar un ecosistema al nivel previo al incendio puede llevar hasta un siglo y en algunos casos puede que nunca lo haga.

Hace unas semanas, se publicó la noticia de que en un glaciar de los Alpes que se está derritiendo habían aparecido restos de una calzada romana. Esto no puede significar más que, cuando allí no había hielo los romanos construyeron una carretera, y de aquí nace otra pregunta: si después de la caída del imperio romano (tanto el de occidente en el 476 dc, como el de oriente o bizantino en 1453) sobrevino una era de hielo que provocó la aparición de los glaciares alpinos ¿cabe pensar si los romanos estaban haciendo algo para provocar el cambio climático? ya que no creo que se dedicasen a construir calzadas bajo varios metros de hielo con lo mirados que eran los romanos para eso de la ingeniería civil.

También se escucha constantemente en diferentes foros que, ¡los humanos nos estamos cargando el planeta! Vamos a ver: según los expertos, la tierra tiene unos 500 millones de años. Ojo que no digo el universo o cualquiera de los más de dos billones de galaxias que hay en él. El planeta tierra ha sobrevivido a millones de años de bombardeos por lluvias de meteoritos de tamaños descomunales, erupciones volcánicas, atmósferas donde la posibilidad de vida era imposible, eras glaciales con temperaturas bajo cero durante siglos, calores impensables, y sequias extremas de verdad; y resulta que ahora el planeta se va a ir al garete por los gases efecto invernadero procedentes de la contaminación. No hombre no.Como decía la portada de un disco del grupo de rock Extremoduro, los que nos vamos a ir a tomar por culo somos todos nosotros, pero el planeta se queda aquí. Al sol, le quedan antes de colapsar 5000 millones de años de vida, y entonces sí, entonces se acabó lo que se daba.

Señor presidente del gobierno, este planeta necesita un gran pacto, no por la emergencia climática, sino un gran pacto contra la necedad, el sectarismo y la incompetencia. Solo entonces dejaremos de escuchar el silencio de la devastación en un país donde sí hay más cera que la que arde. Montesquieu temía a esta clase de dirigentes, y yo también; creo que aquí, sí que habría que prevenir.

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